Los siete vecinos de Baztan acusados en el juicio por Aroztegia han destacado que las protestas contra las obras del macroproyecto turístico eran «improvisadas» y que no respondían a directrices de un grupo organizado como sostienen la Fiscalía y las acusaciones particulares. Esta es la base para imputarles un delito de «grupo criminal»

Todos ellos han declarado en la cuarta sesión del juicio que se está celebrando en Iruñea y únicamente han respondido a sus abogados, acogiéndose a su derecho a no contestar a las cuestiones formuladas por la Fiscalía y las acusaciones. Una de las acusadas ha explicado que se negaba a responder a la parte acusatoria porque frustró un intento de alcanzar acuerdo al primar sus intereses de recibir una compensación de 43 millones de euros.

Elizegi: «Caza de brujas»

La única que ha respondido a la Fiscalía –también se ha acogido a su derecho a no hacerlo a las acusaciones particulares– ha sido Garbiñe Elizegi, a quien a lo largo de todas las vistas se ha tratado de presentar como «la cabecilla» de todos los encausados y quien los dirigía. Preguntada por su defensor, Josu Beaumont, si el ser la única que respondía a la Fiscalía podría reforzar esa apariencia de liderazgo, ha respondido que su intención era desmontar «un relato que se asemeja a una caza de brujas». En este sentido, ha explicado que cuando fue alcaldesa de Baztan entre 2011 y 2015 dejó esta militancia y que posteriormente estuvo varios años fuera del valle. Ha concretado que en 2017 estuvo trabajando en Dakota del Norte y California (EEUU). En estos periodos, según ha subrayado, el movimiento contra Aroztegia siguió funcionando sin su participación.

Todos los demás acusados han rechazado que Elizegi ejerciese sobre ellos una función de liderazgo y han explicado que tanto el funcionamiento de la plataforma Aroztegia Eta Gero Zer?, contraria al proyecto, como las protestas por el inicio de las obras se decidían en reuniones de manera asamblearia.

Elizegi ha negado que hubiera sido designada portavoz del colectivo y ha precisado que si realizaba declaraciones a los medios era porque conocía la historia del proyecto desde prácticamente sus inicios hace unos veinte años. Otras dos acusadas que también realizaron declaraciones durante las protestas lo hicieron porque eran vecinas del pueblo y tenían facilidad para comunicar y «desparpajo». Una de ellas, incluso, ha relatado que lo hizo porque «los pobres periodistas» andaban buscando personas para grabarles unas palabras y se apiadó de ellos. En cualquier caso, han explicado que únicamente trasladaban lo decidido por la asamblea.

Acampada, horizontal

«La acampada fue una acción improvisada. No había roles predeterminados y se funcionaba de manera horizontal», ha declarado una de las acusadas. «Nadie estaba encima de nadie», ha añadido otro.

Junto a ello, Elizegi ha destacado que todas las acciones que han llevado a cabo colectivos opositores al macroproyecto turístico como Aroztegia Eta Gero Zer? o Aroztak eran de carácter pacífico y público, sin recurrir al uso de la violencia. Ha negado que hubiera participado en ningún sabotaje y que en las asambleas se hubiera propuesto realizar este tipo de acciones. «No eran nuestra manera de actuar», ha apostillado.

Ha relatado que su forma de actuación eran manifestaciones, concentraciones y difusión de información y que incluso Aroztegia Eta Gero Zer? ofreció a la promotora un proyecto alternativo que incluía el hotel y el campo de golf pero eliminaba las más de 200 viviendas de lujo que planteaban. «Lo rechazaron, dejando en evidencia que solo les interesaba conseguir la recalificación urbanística y especular con la vivienda», ha señalado.

«Todo lo violento nos es ajeno»

«Todo lo violento nos es ajeno», ha insistido, recordando que incluso los testigos de la Fiscalía y las acusaciones y los vídeos mostrados como prueba sostienen esta versión.

Ha subrayado que las obras que comenzaron en abril de 2021 no cumplían con la legislación vigente, ya que el pliego de adjudicación fue declarado nulo por los tribunales. Siendo vecina de Lekaroz, vieron que las máquinas comenzaron a trabajar en el término de Aroztegia, a pesar de la ausencia de permiso, por lo que se congregaron en la Plaza del pueblo y decidieron acudir a la zona de obras para recabar información. Ha relatado que no derribaron ninguna valla para acceder a esta zona y que al acercarse a las máquinas, estas pararon su actividad. Ha negado que se amenazara o insultara a los trabajadores y ha señalado que no vio a nadie realizando destrozos.

Sentadas sin intimidación

El resto de acusados ha dicho que participó en las protestas, acudiendo a sentarse delante de las máquinas (excepto una), pero sin ejercer intimidación sobre los trabajadores ni insultarles. «Sabíamos que eran trabajadores y que no eran los verdaderos responsables del destrozo que se estaba realizando», ha manifestado uno de ellos. Varios de ellos han señalado que solo fueron una única vez a la zona de obras y que no regresaron, pese a que las diligencias policiales les ubican allí con posterioridad. Se han apoyado en el material gráfico aportado por las acusaciones.

Todos han declarado que en el momento de los hechos trabajaban o estudiaban (o ambas cosas), que son vecinos de la zona preocupados por el destrozo que iban a causar las obras. En abril de 2021, una de las acusadas acababa de cumplir 18 años. Otros cuatro oscilaban entre los 21 y 23 años.

Han relatado que tuvieron conocimiento del inicio de las obras mediante mensajes que recibieron y que acudieron a Lekaroz movidos por el interés de conocer qué estaba pasando y de saber cómo podían haber comenzado unas obras sin tener todos los permisos en regla. Han insistido en que lo hicieron voluntariamente y sin que nadie se lo ordenara.

Aroztegiko protestak inprobisatuak zirela diote akusatuek

Aroztegiko egitasmoaren kontrako protestak ez zituen antolaturiko talde batek prestatu, inprobisatuak izan ziren. Horrela adierazi dute Iruñean egiten ari diren epaiketan zazpi auziperatuek. Inoren agindurik jaso zutenik ukatu egin dute. Akusazioak, ordea, «talde kriminal» baten parte izatea leporatzen die. Protestak asanbladetan modu horizontalean erabakitzen zirela gaineratu dute eta ukatu egin dute Garbiñe Elizegi taldeko liderra zenik. Honekin batera, ekintza guztiak baketsuak izan zirela nabarmendu dute. Makinen aurrean eseri ziren baina ez zuten ez indarkeriarik ez irainik erabili.