
Ante el Palacio de Justicia de Bilbo, medio centenar de personas ha denunciado este miércoles la «brutalidad» con la que la Ertzaintza se empleó el pasado 3 de abril a raíz del desalojo de Etxarri Gaztetxea y ha exigido justicia para Iker Arana, el vecino de Irala que perdió un testículo a causa del impacto de una bala de foam. Desde la plataforma creada han incidido en la «total impunidad» con la que está actuando la Policía autonómica, «ocultando pruebas y encubriendo al agente» que se ha identificado como autor del disparo.
La comparecencia ha servido para presentar la plataforma Justizia Aranarentzat, que han explicado busca «dar visibilidad al caso, denunciar la brutalidad policial y exigir justicia» para este profesor al que, según los indicios recabados por amistades de la víctima, se disparó de «forma directa, en un contexto en el que no se estaba produciendo ningún tipo de altercado ni situación de riesgo».
Lo ha vuelto a relatar el propio Arana, como lo hizo al salir del hospital. «Fue directo y de manera intencionada», ha destacado.
Ha insistido en que las pruebas presentadas en el juzgado han sido recabadas por sus amistades y vecinos, «sin la colaboración activa de las autoridades policiales».
La víctima se ha fijado en el modo en que los ertzainas hacen uso de las cámaras corporales que llevan en su uniforme. De los 35 dispositivos analizados, no se ha obtenido prueba alguna ya que las imágenes son borrosas, apuntaban a otro lugar o simplemente estaban apagadas. Para la plataforma, la «falta de transparencia» en el modo en que se emplean por los policías las convierten en «un instrumento inútil para garantizar la rendición de cuentas».
Además, han considerado especialmente grave la «actitud de encubrimiento» mantenida en el seno del cuerpo policial, acusando a la Ertzaintza de «dificultar deliberadamente» la investigación. Tres meses se ha tardado en identificar al autor del disparo, y no gracias a los policías.
«En lugar de asumir responsabilidades, los agentes presentes –han censurado– se han limitado a protegerse entre sí, reforzando un muro de silencio que impide el acceso a la verdad y obstaculiza la justicia».
Desde la plataforma han criticado cómo actuó la Policía autonómica en el desalojo del gaztetxe de Errekalde, subrayando que no es nuevo, citando el caso de Iñigo Cabacas. En cuento a la agresión a Arana, han apuntado a que al menos otras dos personas sufrieron heridas y cuatro más fueron detenidas en las protestas.
Esclarecer los hechos
Justizia Aranarentzat ha dejado claro que harán lo que esté en sus manos para que este caso «no quede enterrado en el silencio», buscando que los responsables de la actuación policial comparezcan ante la justicia.
De cara a poner freno a la violencia policial, han reclamado la prohibición del uso de escopetas y balas de foam, al sostener que este tipo de armamento tienen consecuencias «graves e irreversibles» para la integridad física de las personas.
A la vista de lo que está sucediendo en este caso, la plataforma exige que todos los policías y sus responsables sean fácilmente identificables en cualquier intervención, «como garantía de transparencia y rendición de cuentas».
Asimismo, han reivindicado la disolución inmediata de la Brigada Móvil de la Ertzaintza, al considerar que «representa un riesgo constante para quienes ejercen su derecho a la movilización social y la protesta pacífica».

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