Donostia inicia sus fiestas este próximo sábado, un año más con los fuegos artificiales como acto estrella y masivo, y con una cierta incógnita sobre los mismos dada la petición de un abogado donostiarra al Juzgado de que los suspenda cautelarmente por incumplir la Ley de Bienestar Mal.

En rueda de prensa tras la Junta de Gobierno local de este martes, el alcalde Eneko Goia, preguntado por la citada petición por un periodista, ha confesado que, «sinceramente», no se esperaba esa pregunta. «No sé lo que dirá la Fiscalía, lo digo sinceramente, pero creo que con algunas cuestiones estamos llegando a un punto que nos lleva ya casi casi al absurdo», ha opinado.

Goia ha confesado que le «sorprenden» peticiones como ésta, de suspender «un festival o un concurso internacional de fuegos artificiales que lleva 60 años entre nosotros» y que forma parte ya «de forma indisoduble» de la Aste Nagusia donostiarra, y que, además, es un tipo de evento que «no solamente se celebra en esta ciudad», sino también «en Pamplona, en Bilbao y en muchísimos otros sitios y forma parte de muchas de las manifestaciones festivas».

«Puedes empezar por ahí y acabar por no hacer absolutamente nada», ha afirmado. Tras indicar que habrá que ver qué dice la Fiscalía, ha apuntado que opina «parecido» sobre las críticas vertidas por grupos ecologistas hacia otros eventos de la ciudad como el festival Glad is the Day, celebrado el pasado domingo en Gladys Enea con actuaciones musicales, DJs y un mercadillo y que los ecologistas pidieron evitar por sus daños al citado parque donostiarra.

«Es que si hacemos esta consideración y la llevamos al extremo absolutamente, es que no se me ocurre ningún evento que se celebre en la ciudad que pueda tener esas implicaciones y, por lo tanto, pues no sé, igual deberíamos suspender todo», ha reiterado.

Bromea con el «estrés a los peces»

En este contexto, el primer edil del PNV ha señalado que, por ejemplo, este pasado lunes se presentó la regata Plymouth-Donostia que se celebrará el año que viene y «decíamos, entre bromas, pero casi en serio, igual no se debe celebrar porque produce estrés a los peces».

«Creo que en algunas cosas el sentido de la proporcionalidad suele ser un buen criterio y no sé hasta qué punto lo estamos perdiendo», ha finalizado.