Gorka Ikatza

Negroni con glamour; simplemente, Italia

El Negroni elaborado por Yon Pavón.
El Negroni elaborado por Yon Pavón. (Jon Urbe | Foku)

Cuando se menciona la palabra glamour, la imaginación siempre se nos va al encanto francés, por mucho que el término sea de raíz anglosajona. Pero no sólo en Francia hay glamour. Mucho menos cuando se trata de cócteles. Y es que no es imprescindible tener que sentarse en una terraza de un bulevar parisino o haberse escapado de una película de James Bond para trasladar seducción;  se puede serlo perfectamente en cualquier lugar de Euskal Herria pidiendo y disfrutando de un cóctel Negroni. El legendario combinado es puro glamour. Como sentencia Yon Pavón, «un cóctel perfecto. Simplemente, Italia».

Aunque la raíz de los cócteles y combinados esté en los Estados Unidos de la Ley Seca –a lo que ya llegaremos con otro cóctel en mano–, desde el otro lado de la barra del Patricio, en Lasarte, Yon Pavón nos asegura que es Italia la cuna europea de esta especialidad. Recuerda que cuando anduvo por aquellas tierras pudo comprobar que «fuera el día de la semana que fuera, al mediodía todo el mundo tomaba su Aperol Spritz , su Negroni…». Y nos confiesa que este último, el Negroni, es, precisamente, su cóctel favorito, «por su amargor en boca y por todos los recuerdos italianos que me trae».

El cóctel Negroni es ideal para el aperitivo, «ya que abre el apetito y te prepara el estómago para la comida», afirma  Yon Pavón. Así, se trata de un combinado excelente para tomar antes de una buena comida o cena, pues el hecho de que se trate de un aperitivo no lo circunscribe necesariamente al almuerzo. Por ejemplo, Pavón recuerda que esto días se celebran las fiestas de su pueblo, Hernani, y anima a sus vecinos a probar este cóctel. Asimismo, si alguien invita a unos amigos  a casa y quiere lucirse desde el principio, con un cóctel Negroni no sólo triunfará sino que incluso dará un toque aristocrático al encuentro, sin obligación de vestir de etiqueta.

Los orígenes de este clásico con aristocráticos; el conde Negroni viajaba con frecuencia a Londres y conocía la ginebra

Los orígenes de este clásico de la coctelería italiana son ya, de principio, aristocráticos. Se cuenta que fue precisamente un conde, Camillo Negroni, quien en 1919, un poco cansado ya de su cotidiano cóctel Americano, pidió a su barman de cabecera, Fosco Scarcelli, del Caffe Casoni de Florencia, que le diera un poco de alegría a su habitual combinado, armado a base de Campari, vermú y soda, sustituyendo el agua carbonatada por ginebra.

El conde Negroni, de madre inglesa, viajaba con frecuencia a Londres y sabía las facultades de la ginebra, un licor que en aquellos tiempos era muy poco conocido en Italia. Scarcelli siguió las indicaciones del aristócrata y mezcló a partes iguales vermú, Campari y ginebra, añadiendo una rodaja de naranja para diferenciarlo del Americano. Desde entonces, a este cóctel se le conoce con el nombre de su inspirador: Negroni.

Con toda su aristocracia y glamour, el cóctel Negroni puede ser exquisitamente democrático y popular, pues armarlo está al alcance de cualquiera. Es suficiente con disponer de vermú, Campari, ginebra y una rodajita de piel de naranja; y si se busca el cum laude, un vaso bajo y ancho de grueso cristal, de los denominados «old fashioned».

Así, y siempre siguiendo las indicaciones de Yon Pavón, llenaremos el vaso con gruesos hielos macizos y verteremos, a partes iguales (30cl) vermú, Campari y ginebra. Removemos bien, aunque con sutileza, con una cuchara y concluimos decorando con una piel de naranja en el borde del vaso.

Frío y con hielo, sí, pero no aguado. Sería imperdonable que el alegre glamour de un Negroni se diluyera en la tristeza de la escarcha

Yon Pavón apunta que él siempre utiliza su vermú de la casa, «menos dulce y acanelado que el resto, lo que potencia, más si cabe, el amargor del cóctel».

El Negroni se prepara en el mismo vaso y nunca debe usarse hielo picado o molido, ya que se aguaría el combinado. De hecho, sería preferible que las bebidas estuvieran frías de antemano para que el hielo no se derritiera con rapidez, estropeando el cóctel.  

Frió y con hielo, sí, pero no aguado.  Sería imperdonable que el alegre glamour italiano de un cóctel Negroni se diluyera en la tristeza de la escarcha.


NEGRONI

Ingredientes:

- 30 cl de vermú rojo

- 30 cl de Campari

- 30 cl de ginebra

 

Preparación:

Echar hielos macizos en un vaso bajo y ancho y verter los ingredientes.

Mezclar y decorar con una piel de naranja.

 

Dificultad: *