Agustín GOIKOETXEA

Vecinos de Galdakao preguntan por qué han incomunicado a Madina

Tomás Madina Etxebarria pasará hoy, a partir de las 10.00, ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco después de permanecer durante algo más de dos días en manos de la Guardia Civil en régimen de incomunicación. Vecinos de Galdakao, que se volvieron a manifestar ayer exigiendo su liberación después de una comparecencia masiva, se preguntaron por qué ha sido incomunicado, al tiempo que informaron de irregularidades en los registros practicados.

Hoy a la mañana, según fuentes jurídicas, el magistrado Eloy Velasco tomará declaración a Tomás Madina Etxebarria, a quien la Guardia Civil detuvo en la madrugada del martes en su domicilio familiar de Galdakao. Fue el único dato que transcendió acerca del arrestado quien, a la hora de cerrar esta edición, permanecía en régimen de incomunicación, ignorándose si deberá ser asistido por un letrado de oficio o se le levantará antes la incomunicación.

Tanto la familia como los abogados de confianza desconocían dónde le mantenía el instituto armado y en qué situación se encontraba el galdakoztarra. Además, el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional les negó cualquier tipo de información.

Torturaren Aurkako Taldea (TAT) y Giza Eskubideen Behatokia mostraron su preocupación por la situación de Madina, especialmente al conocer que el juez había denegado el habeas corpus y la aplicación de medidas preventivas solicitadas el martes a la tarde por la familia. Velasco argumentó en un auto emitido ayer, según dieron a conocer ambos organismos, que el arrestado estaba siendo visitado por el médico forense de la Audiencia Nacional y que «no existen indicios de malos tratos». La petición de aplicación del denominado «Protocolo Garzón» no recibió contestación alguna.

Con la desazón que produce no saber dónde y cómo se encontraba Tomás Madina, un centenar de personas compareció ayer a la tarde en Galdakao, frente a la casa consistorial. Fueron ciudadanos de distintos ámbitos porque el detenido por la Guardia Civil, a quien acusan de pertenecer a ETA, es muy conocido en la localidad por su implicación en la recuperación de la memoria histórica, su participación en asociaciones de vecinos, grupo de pelota y montaña, así como en la asociación de madres y padres de la escuela de Gandasegi, donde acuden sus dos hijos de 7 y 10 años.

Lo destacaron Kepa Lizarraga y Eunate Barroeta, encargados de dar lectura a un comunicado en euskara y castellano, en el que se añadió su aportación al grupo de danzas o a la organización de la exitosa cadena humana de Gure Esku Dago. Todos esperan que Madina Etxebarria sea liberado hoy, no entienden por qué se decretó su incomunicación y hablan de «montaje mediático».

«Tomi -dijeron- hace una vida totalmente normalizada como cualquiera de nosotros y nosotras». Por ello, confesaron no entender «por qué tienen que presentarse en su casa a las tres de la madrugada docenas de encapuchados armados hasta los dientes, con pistolas y metralletas, y menos aún que apuntasen con ellas a sus dos hijos pequeños después de echar la puerta abajo».

«Cualquier institución podía haber citado a Tomás Madina pero han preferido llevar el miedo, las armas y los gritos hasta sus familiares e hijos», lamentaron. Asimismo, apuntaron a distintas irregularidades en torno a los registros practicados por la Guardia Civil. Como que cuando llevaron a Madina Etxebarria a registrar el caserío de su mujer, en Bekea, ya hubiera guardias civiles encapuchados en su propiedad, «y sin ninguna orden».

Tampoco les resultó normal «que se haga público que han sacado cajas de su puesto de trabajo -en una oficina de seguros- antes de que ello ocurra».

«Nada de lo que está pasando es normal y ningún demócrata deberíamos admitirlo. Como tampoco debería ser normal que se le incomunique. ¿Con qué propósito? Si hay pruebas, ¿para qué? Y si no las hay... ¿por qué se le detienen?», preguntaron repetidamente, mientras algunos de sus allegados no podían contener la emoción.

A quienes comparecieron les preocupa el estado de su amigo y vecino, «por el trato -apostillaron- que pueda estar sufriendo». Recordaron que «hasta Amnistía Internacional ha constatado la existencia de torturas y malos tratos en esos oscusos calabozos».

A esa situación también hicieron mención horas antes TAT y Giza Eskubideen Behatokia, que insistieron en exigir el fin de esa legislación de excepción. Mientras la incomunicación perdure reclamaron que la estancia en los calabozos sea grabada, que se permita el acceso a un médico de confianza y que sus familiares sean informados sobre su estado y el lugar en que se encuentra.

Ambos colectivos, que trabajan para prevenir la práctica de los malos tratos y el respeto a los derechos humanos, llamaron a las diferentes instituciones, partidos políticos, sindicatos y organismos de Euskal Herria a que tomen posición contra la tortura «declarándose públicamente en contra de la incomunicación y pidiendo que no se vuelva aplicar».

«¿Por qué ahora?»

En la comparecencia de Galdakao, apuntaron a las circunstancias que rodean a esta nueva operación policial. «¿Por qué todo esto ahora, después de tantos años? ¿Por qué se le acusa de algo que la propia ETA desmintió en su día, ya que un año antes a los hechos que se le imputan había decidido no llevar a cabo nuevas acciones armadas?», fueron una tras otra las preguntas que lanzaron a los responsables de la redada y a quienes tratan de justificarla.

No pasaron por alto que el arresto de Tomás Madina se produjo dos días después de la histórica cadena humana por el derecho a decidir que unió el domingo Durango e Iruñea, «que despertó ilusiones renovadas por la unión de este pueblo bajo la reivindicación básica de poder decidir como pueblo». «¿Qué mensajes quieran hacernos llegar?», volvieron a interpelar a los promotores de la operación.

Sin esperar a la respuesta, los reunidos quisieron decir «que basta ya, parece que algunos vivían mejor en el pasado, y solo quieren traérnoslo ante nuestros ojos una y otra vez». «¡Basta ya!», enfatizaron.

Tampoco perdieron la ocasión las organizaciones, entidades y personas que comparecieron de trasladar su solidaridad a la familia y amigos de Tomás Madina, y su confianza «de que pronto vamos a tener a Tomi con nosotros, para poder abrazarle y continuar trabajando junto a él como hasta ahora». Posteriormente, tuvo lugar una nueva manifestación por las calles de Galdakao y hoy se espera que familiares y vecinos acudan a la Audiencia Nacional.