Cuando un disco se inicia con una canción tan sugerente en texto y música como “Ezpalak”, hay que ponerse en situación de alerta. Si le continúa la dinámica y fresca “Txernobil”, de sonido tan actual como deudora del clásico pop-rock británico, comienza a formarse un proceso de admiración. A “Road movie” le corresponde consolidar lo escuchado, y ya no es casualidad: de hecho, es el cruce perfecto entre el mañana y el lado más luminoso de aquello que hace años se llamó la new wave.

Para Seiurte este su sexto disco en estudio. Es complejo comparar y sacar conclusiones, más en caliente, pero difícilmente se encontrará en su pasado un disco tan completo, equilibrado e inspirado.

Iokin Elortza es la voz y guitarra (ex-Izurrai, ex-Martxoak 31); Ekain Elortza es el batería, hoy su apuesta más fuerte es la banda Dinero, pero sus servicios son demandados por numerosos proyectos; Iñaki Elortza se ocupa de la guitarra (ex-Eta Zer!), los tres son hermanos y un caso de precocidad, ya que con quince/dieciséis años ya estaban preparando el grupo. El más joven, Ekain, ya tocaba en directo con 13 años. Un amigo, Julen Oarbeakoa (ex-Izurrai) completa la banda con su bajo, presente y poderoso en canciones densas como “Lau akordeen matxinada”, “Road movie”, “Egun euritsuak” o “Bandera zuria”, otro ejemplo de fuerza.

Eñaut Gaztañaga (Grises) ha grabado en el baserri de la familia Elortza (La Meca acogedora de la zona) y mezclado en su propio estudio. Iokin Elortza lo señala como referencia ineludible para actualizar sonidos.

Seiurte ha comenzado la gira de presentación. Ya lleva unos cuantos escenarios, quedan a la vista Plateruena de Durango (23) y Kafe Antzokia de Bilbo (28) a las 20.30, con entrada libre.

Son unos cuantos años de trabajo no siempre reconocido popularmente, aunque sí por la crítica. ¿Ha merecido la pena?

Sin duda. Son un montón de años y me cuesta encontrar algún momento malo, quizá algún cambio de componente o así, pero nada de importancia. Sin embargo, los buenos recuerdos son infinitos, conciertos memorables, buena gente, ilusión... Empezamos en los años 90, siendo unos chavales, con toda la movida de la insumisión, los solidarios con Itoiz, el metal triunfaba en Euskal Herria, el grunge en el mundo... Y aquí estamos en 2015 con un entorno mucho más acomodado, pero vivos. Y ya solo el hecho de seguir es motivo de felicidad. Además, si nos sentimos en nuestro mejor momento, no podemos pedir más.

Han propuesto siempre un sonido sin parentescos excesivos con las escenas que pegaban en Euskal Herria, pero la presión o las modas no les han movido ni un milímetro. ¿Orgullosos?

No sé si es para estar orgullosos o no, pero siempre hemos hecho lo que nos ha gustado y nunca hemos mirado por modas, tendencias o caminos hacia el éxito. Sí, hemos convivido con todas las escenas posibles y siempre hemos estado en un segundo o tercer plano, pero nunca nos ha importado demasiado. Lo que hemos conseguido estos años cumple con creces todos los sueños que teníamos con 15 años.

Muchas de las canciones de «Ezpalak» podrían ser ejemplo de una nueva capa de matices, como «Road movie».

Sí. “Road movie” es una canción que resume muy bien los gustos musicales que tenemos hoy en día. Es un tema donde se puede apreciar la evolución de la banda, sigue la fuerza, la intensidad…. pero hay nuevos matices, sobre todo se ve la evolución de Julen al bajo, que ha sido brutal, de ser quien nos acompañaba a los graves ha pasado a ser al revés, ahora somos nosotros los que le acompañamos en sus poderosas y maravillosas líneas de bajo. Hoy en día batería y bajo tienen tanto peso en las composiciones que las guitarras pueden respirar “un poco” y hacer arreglos más lucidos. Es una canción moderna, con fuerza e incluso con vocación de baile, nos gusta mucho “Road Movie”.

Un cierto sonido U2 planea por el sonido «Ezpalak»

El de los U2 primerizos. Hasta “Zooropa” fueron mi banda fetiche (ahora casi da hasta vergüenza decirlo) pero “Atchung Baby” y “Zooropa” marcaron mi juventud y a día de hoy veo cosas de esos discos en nuestras nuevas canciones. Con todo, algo bueno que hemos tenido es que siempre hemos seguido la actualidad musical y que no somos “esclavos” de nuestros clásicos. Eso nos ha hecho ser una banda en constante evolución, con una línea clara, pero en evolución y mejora. Creo que hay demasiados músicos que llevan toda la vida oyendo los mismos discos que escuchaban cuando tenían veinte años y eso genera un estancamiento creativo. Tener una base es fundamental, pero seguir la actualidad musical también lo es.