Raimundo Fitero
DE REOJO

Tuteo

Dirigirse a un monarca de tradición abstracta con el tuteo de la proximidad se ha convertido en un asunto que ha trascendido la anécdota para alcanzar la categoría de duda razonable instalada en el imaginario colectivo sobre el uso de fórmulas de trato en donde está por encima de la cortesía, la historia, el protocolo o la jerarquía. Pasó con un reportera deportiva, en el ambiente eufórico de un partido de baloncesto convertido en discurso político españolista y anti independentista aunque la figura de ese torneo sea un muchachote grandote que se siente catalán desde que lo bautizaron.

La edad te hace sentir que cuando se dirigen a ti constantemente con el usted es que ya no es posible un retorno ni con mucho tinte que te pongas para las canas. Para la mayoría el tuteo es un trato respetuoso, cercano, no conflictivo, pero a los reyes del mambo y de la sucesión monárquica se les debe tratar con una distancia emanada de su poder y su nadería. Yo entiendo a la reportera, si ese tipo está siempre junto a una periodista de telediario, quiere decir que puede darse el tuteo aunque solamente sea por aproximación profesional. A no ser de que exista una cercanía no confesable.

Sobre la reina que antes fue periodista, Letizia Ortiz de soltera, se está haciendo una campaña de imagen que cuesta considerar normal. Es extraordinaria, de una constancia vergonzante y de una frivolidad enfermiza. La quieren hacer modelo, imagen de una España decadente, embajadora de moda y cadenas de servicios dentales. Una suerte de paradigma de la mujer ociosa, arreglada siempre para el besamanos y sin apenas más personalidad que la que le confiere el cargo y sus estilistas. Tendría que aparecer más la periodista y de acompañante el monarca neutro con uniforme con chorreras.  ¿Se tutearán entre ellos?