«Otras incidencias: No se guarda el minuto de silencio previsto antes del comienzo del encuentro en memoria de D. Jesús Samper Vidal y las víctimas del atentado de Kabul (Afganistán), debido a que el club local se niega a realizarlo». Es lo que el colegiado del encuentro que el lunes disputaron Bilbao Athletic y Lugo, Figueroa Vázquez, añadió en el acta arbitral, después de que no se llevara a cabo. Es la prueba esgrimida por el club rojiblanco ayer para salir al paso del cuestionamiento hacia la Directiva hecho por la Iñigo Cabacas Herri Harmaila, respecto a estos actos de homenaje, hasta tres en los últimos días a convocatoria de la Federación Española de Fútbol. El Athletic ha querido aclarar que en ningún caso asumió la directriz emanada de la RFEF y que si se llevaron a cabo fue por cuenta del propio árbitro de la contienda.

El miércoles pasado en la eliminatoria deCopa, ante la Balompédica Linense, la Federación había llamado a un minuto de silencio en todos los campos en recuerdo a los dos policías fallecidos en un atentado en Afganistán. A tenor de lo expuesto por el club, Estrada Fernández decidió llevar a cabo dicho gesto que no pasó de unos 20 segundos dado que ni mucho menos fue respetado. «Antes del comienzo del encuentro se guardó un minuto de silencio autorizado por la Real Federación Española de Fútbol», reflejo el colegiado en el acta, que se limitó a cumplir y salir airoso de su propia decisión.

Pero de nuevo, la RFEF conminó a los clubes a un nuevo minuto de silencio en los partidos del fin de semana no solo, otra vez, por los dos agentes muertos sino también por el fallecimiento del que fuera ex secretario general de la LFP Jesús Samper. Esta vez fue Hernández Hernández el que a pesar de no contar con el visto bueno del Athletic, decidió señalar ese minuto de silencio, que de nuevo fue interrumpido sobre todo desde la zona donde se ubica la grada popular. «Antes del comienzo del encuentro se realizó un minuto de silencio en memoria de D. Jesús Samper Vidal, presidente del Real Murcia CF SAD, y las víctimas del atentado de Kabul (Afganistán)», se limitó a considerar en su acta.

El Athletic sale así al paso del emplazamiento de la ICHH.

Ziganda pone «matrícula» al año de los cachorros

El filial rojiblanco acaba el año penúltimo en la tabla de Segunda A, pero a solo cuatro puntos de la salvación. Los empates seguidos ante Osasuna y Lugo hubieran sido mucho más meritorios si el equipo no estuviera tan acuciado de victorias. El lunes, ante los gallegos, dieron una lección de entrega durante los 90 minutos, con una presión sin respiro ante un rival al que le gustaba la posesión y te hace correr detrás de la pelota si se la dejas. Y aun así, un puntito. Cuco Ziganda no pudo sino volver a enfatizar lo que sus chavales están haciendo. «El equipo lo intenta, acaba reventado, nos entregamos a tope y los chavales no dan más de sí. Estoy contento porque en el fondo queremos eso, que se vayan curtiendo, endureciendo y viendo cómo son los rivales», dijo valorando la imagen dada. Un desgaste que les está pasando factura. «Está siendo duro físicamente para ellos, pero estamos donde queremos, no se trata de sacar pecho, ni de hacer de esto un problema, sino buscar motivación para superarse. Ver a estos jugadores es una gozada», destacó. Así que su balance de 2015 no puede ser mejor: «Les pongo matrícula de honor, no es para sacar pecho, sino para valorar lo que tenemos. Es un lujo entrenar al mejor filial del Estado y a partir de ahí, la exigencia es brutal, aquí no se regala nada. Veo un buen futuro y vamos a por todas».J.V.