Mikel INSAUSTI
JASON BOURNE

Julia Stiles dice: «Que lo recuerdes todo no significa que lo sepas todo»

Dicho y hecho. Nadie podrá decir que Matt Damon no tiene palabra. En el 2007 aseguró que solo volvería a la franquicia “Bourne” a las órdenes de Paul Greengrass, y que si el cineasta británico consideraba que tenían que pasar unos diez años para retomar la línea argumental basada en las novelas originales de Robert Ludlum, esperaría sentado. En cambio en Universal no estaban dispuestos a esperar, así que se sacaron de la manga a otro agente como relevo en “El legado de Bourne” (2012), con Jeremy Renner como protagonista y Tony Gilroy como director. Y ya andaban preparando la secuela con el mismo equipo, cuando al estudio le llega la confirmación de la anunciada vuelta de Damon y Greengrass, así que ahora les toca esperar a los suplentes, porque en el negocio del cine los titulares también tienen preferencia.

El título no engaña. “Jason Bourne” es una perfecta continuación del camino trazado en las previas “El mito de Bourne” (2004) y “El ultimátum de Bourne” (2007). Lo que ocurre es que el protagonista ya no puede seguir indagando en su pasado, porque ha descubierto su identidad y se enfrenta a otro tipo de problemas. De ahí que la frase del diálogo que pronuncia Julia Stiles repitiendo el papel de Nicky Parsons se haya convertido en el eslogan promocional de la película: «Que lo recuerdes todo no significa que lo sepas todo». Forma parte de un nuevo guion escrito por el propio Paul Greengrass y su montador Christopher Rouse, que va más allá de las novelas de Ludlum.

La nueva entrega responde fielmente al esquema de acción de autor conocido, y es como si la persecución sin fin al agente oculto continuara, pero ahora dentro del contexto de la era Snowden, y con la carga política que todo ello conlleva. Atención a las trepidantes secuencias de las protestas griegas en la Plaza Sintagma de Atenas.