En el desfile de entrevistas que el presidente electo de EEUU, Donald Trump, continúo ayer en sus instalaciones de golfTrump de New Jersey, apuntó a otro de los posibles miembros del gobierno, en este caso al frente del Pentágono. La elección del general retirado James Mattis, conocido como «perro loco», para secretario de Defensa continuaría la tendencia marcada por los nombramientos con tintes racistas e islamófobos que ya ha hecho en Justicia, Seguridad Nacional y la CIA.

«¡Un verdadero general de generales!», afirmó el magnate, que señaló abiertamente que Mattis «está siendo considerado para secretario de Defensa». Exgeneral de Infantería de Marina, Mattis fue jefe del Mando Central de las Fuerzas Armadas de EEUU entre 2010 y 2013, con responsabilidad sobre las tropas en un gran área que incluye Oriente Medio. Chocó con la administración Obama en los repliegues de Irak y Afganistán, así como en la política hacia Irán, que considera la principal amenaza de Oriente Medio.

Por otro lado, el vicepresidente electo, Mike Mence, confirmó que el excandidato republicano Mitt Romney, que el sábado se reunión con Trump, está «bajo consideración activa para ser secretario de Estado, junto con otros distinguidos estadounidenses».