GARA
TRÍPOLI

Los yihadistas del ISIS pierden la ciudad de Sirte, su bastión en Libia

Los yihadistas del grupo Estado Islámico (ISIS) sufrieron una gran derrota al perder su bastión libio de Sirte, tras una defensa encarnizada que duró más de seis meses. El Gobierno libio de unión nacional (GNA) proclamó ayer la «victoria» en la ciudad mediterránea.

Las tropas «comprobaron un hundimiento total» de los yihadistas, «decenas» de los cuales se entregaron, según el GNA.

La pérdida de Sirte es un nuevo golpe para el ISIS, que en los últimos meses sufrió varias derrotas en Irak y Siria.

En cambio, supone una buena noticia para el GNA que, desde su instalación en Trípoli a finales de marzo, tiene dificultades para afianzar su autoridad en un país arrasado. El GNA había anunciado el 12 de mayo el comienzo de la batalla de Sirte, situada a orillas del Mediterráneo, a 450 kilómetros de Trípoli.

Las primeras semanas brindaron resultados prometedores: las fuerzas libias lograron reconquistar la mayor parte de la ciudad que el ISIS tomó en junio de 2015. Pero los combates causaron cerca de 700 muertos y 3.000 heridos en las filas gubernamentales. El número de yihadistas abatidos se desconoce.

La batalla se fue atascando semana tras semana, entre otros motivos, por la prudencia que mostraron las fuerzas pro-GNA para evitar nuevas pérdidas civiles. En los últimos meses, los yihadistas se habían atrincherado en el pequeño barrio de Al Giza al Bahriya, donde ofrecieron una resistencia «feroz».

«El retraso del asalto final se debe al hecho de que se producen combates callejeros muy violentos y que Daesh (acrónimo árabe del ISIS) sigue decidido a defender sus posiciones hasta el último metro», explicó Reda Issa, portavoz de la operación, en noviembre. A su juicio, lo más importante para las fuerzas del GNA era preservar la vida de los combatientes y las de «los civiles que Daesh» usó «como escudos humanos».