El presidente venezolano, Nicolás Maduro, denunció en una declaración retransmitida por radio y televisión «un sabotaje internacional para que los nuevos billetes, que ya están listos, no puedan ser trasladados a Venezuela». Maduro ordenó sacar de circulación antes del próximo martes el billete de cien bolívares, el de mayor denominación y circulación en el país.

Desde que la medida comenzó a implementarse, las instituciones bancarias han racionado aún más la entrega de dinero efectivo y muchos de los cajeros automáticos dejaron de funcionar. Maduro ha afirmado que esta decisión presidencial se debe al «ataque» contra la moneda venezolana por parte de mafias que operan desde las fronteras con el contrabando de billetes de cien bolívares y otros sectores que intentan desestabilizar la economía venezolana.

Por ello, reclamó a la ciudadanía que respalde esta medida que tomó, incidió, para «darle un golpe a las mafias monetarias. Pido el apoyo de todo el pueblo. Esto es en función de todo el interés nacional, de toda la economía». En respuesta a este llamamiento, miles de venezolanos se manifestaron ayer en Caracas en contra de los «intentos de golpe de Estado». La oposición, que también salió a las calles el viernes, denunció la muerte de al menos cuatro personas en varios enfrentamientos generados, según señaló, por las largas colas para cambiar los billetes de cien bolívares, que han perdido su valor comercial.

«Estamos ante un caos inducido desde el Gobierno, con la adopción de medidas que han saboteado al aparato productivo generando escasez y carestía, que han agredido a empresarios y trabajadores en el ejercicio de su derecho al desarrollo de lícitas actividades productivas y que han determinado un boicot al derecho de los venezolanos a usar su dinero», sostuvo la Mesa de Unidad Democrática (MUD).