LAB de EITB ha presentado un nuevo informe en el que se recoge un análisis de los informativos del medio de comunicación público –“Informativos de EITB: diagnóstico general y propuesta de LAB”- y realiza una propuesta concreta que tal y como queda reflejado en su encabezamiento, resulta obligatoria debido a que el ente público padece «una utilización partidista por parte de los partidos en Lakua». Se trata de una lectura atemporal de esta situación ya que, según LAB, «el problema de los informativos más que puntual o coyuntural, es estructural. Precisamente EITB mantiene una estructura para asegurar el control del partido que se encuentre en el poder».

Rotundo en sus apreciaciones, el diagnóstico subraya que «es indudable el daño infligido a numerosas personas y colectivos –gaztetxes, insumisos e insumisas, organizaciones juveniles, movimiento popular y demás opciones políticas– por parte de la información que ha sido elaborada por el ente público. EITB es el fetiche del que nunca se ha querido desprender, junto a la Economía y la Ertzaintza».

En su apartado de propuestas, se incluye una fórmula de “Estructura de producción informativa” ya que, en opinión de LAB, la principal razón por la que se impide trabajar con profesionalidad radica en «la propia estructura de la redacción. Se trata de un funcionamiento netamente vertical, y todos los puestos se conceden a dedo». Censura, autocensura y amiguismo son términos que se citan a lo largo de un informe en el queda de manifiesto la falta del trabajo en equipo en las redacciones y un exceso de injerencias en la elaboración informativa. Para paliar en la medida de lo posible algunos de estos males, el sindicato propone constituir e impulsar equipos de trabajo por secciones: Política, Economía, Cultura, Internacional, Sociedad, Deportes.

En relación al equilibrio entre la información en euskara y castellano, afirma que el primero sale perjudicado en el modelo actual ya que el mismo o misma periodista realiza las noticias en ambos idiomas. En opinión de LAB, los informativos en euskara y castellano deberían de tener agenda y responsables propios.