GARA
ROMA

Una cadena de seísmos sacude el centro de Italia, sepultado bajo la nieve

El centro de Italia, que se encuentra sepultado bajo la nieve, se vio golpeado ayer por cuatro seísmos de magnitud superior a 5 grados en la escala de Richter que sacudieron zonas ya devastadas por los terremotos de agosto y octubre, y donde numerosos pueblos están aislados o con problemas de acceso por la nieve. Los seísmos se sintieron en las regiones de Lacio y los Abruzos y con menor intensidad en Roma, donde se procedió a cerrar el metro. La nieve dificultaba el acceso a muchas zonas afectadas y, al cierre de esta edición, no se habían reportado víctimas ni daños materiales significativos.

El primer terremoto fue de magnitud 5,1 y se produjo a las 10.25, hora local, con epicentro en las localidades de Montereale, Capitignano y Campotosto, todas en la provincia de L'Aquila (Los Abruzos) – que ya fue golpeada en 2009 por un terremoto que dejó unos 300 muertos–, y Amatrice –devastada por el seísmo del 24 de agosto que dejó casi 300 muertos en la zona–, en la provincia de Rieti, (Lacio).

Luego se sintió el temblor más fuerte de la mañana, que alcanzó una magnitud de 5,5 grados y, minutos más tarde, llegó una nueva sacudida, de 5,4. El cuarto seísmo, de 5 grados, tuvo lugar a las 14.33, hora local.

El Gobierno reforzó el contingente de bomberos que trabajaban en la zona desde agosto.

En esta ocasión, las poblaciones presentan una situación delicada porque el área tiene desde hace días problemas a causa de las intensas nevadas.

Unas nevadas que han aislados y dejado sin comunicación y electricidad pueblos enteros y que no pararán al menos hasta mañana, según los pronósticos. Se ha alertado de las bajas temperaturas en esta área próxima a los Apeninos: en torno a los -6 grados en Amatrice, sobre los -11 grados en Accumoli y alrededor de 0 grados en L'Aquila. La nieve ha alcanzado los dos metros en Amatrice y muchas localidades de los Abruzos están totalmente aisladas, por lo que se desconocía el alcance de los daños.

Tras los seísmos, algunas de las escuelas y oficinas de Rieti y del Lacio fueron desalojadas y en Roma se interrumpió el servicio de metro durante varias horas y se desalojaron algunos edificios mientras se llevaban a cabo comprobaciones para verificar que no se hubieran producido daños significativos en escuelas y edificios públicos.