Alberto PRADILLA
DEBATE SOBRE EL CONVENIO EN NAFARROA

Consenso en el diagnóstico y matices en las propuestas

Sin la presencia de UPN, PSN y PP en el debate sobre el Convenio, las fuerzas del cambio en Nafarroa coincidieron en su diagnostico y en la potencialidad en clave social, pero con matices a la hora de presentar propuestas.

Consenso a grandes rasgos entre las fuerzas del cambio en Nafarroa y silencio sepulcral del antiguo régimen. Esta es la conclusión que deja el debate sobre el Convenio organizado ayer por #Van17Jada en el Palacio del Condestable de Iruñea. Sirvió para reflejar la sintonía, con algunos matices, entre Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu e Izquierda-Ezkerra, que reivindican la capacidad de Nafarroa para gestionar cuentas impuestas y que estas reviertan sobre su ciudadanía. También para intuir las dificultades a las que se enfrentan UPN, PSN y PP, que declinaron debatir en un formato alejado del que rige en el Parlamento y marcado por la decisión del Ejecutivo de Barkos de no abonar 93 millones que exige Madrid hasta que no se aborde una negociación paralizada.

«No pagar no es una decisión unilateral», afirmó Adolfo Araiz, de EH Bildu. Retomó el informe elaborado por los técnicos de Hacienda (y que próximamente presentará ante el Parlamento foral el consejero Mikel Aranburu) para recordar qué supondría para las arcas navarras y sus servicios sociales el desfase de entre 90 y 250 millones de euros que Iruñea paga a Madrid.

En la misma línea, Jokin Castiella, de Geroa Bai, puso ejemplos gráficos. Apuntó, por ejemplo, que una escuela en Castejón costaba algo más de dos millones de euros o un edificio de Urgencias, dieciocho. También rebatió a quien plantea que el sistema fiscal navarro no es «solidario». «Aportamos el 1,6% del PIB y, como contraprestación, recibimos el 0,13%. Quien vea insolidaridad, que se lo mire».

Laura Pérez, de Podemos-Ahal Dugu, echó la vista atrás para censurar la «desidia» de UPN, cuestionó que se paguen por partidas concretas como la de Defensa y abogó por una auditoría de la deuda, insistiendo en la necesidad de «transparencia», reclamando que se conozcan los datos del informe de Hacienda.

El último en tomar la palabra, José Miguel Nuin, ubicó el debate desde la «solidaridad interterritorial» aunque defendiendo el Convenio de las iniciativas recentralizadoras desarrolladas por el Congreso español o el TC, siempre con el margen de la «lealtad institucional».

Es posible que, a la hora de plantear qué hacer en el caso de que Madrid decida sin seguir sentarse en la mesa, se observen los matices entre los partidos del cambio. Ahí entran las diferentes concepciones de soberanía, aunque los cuatro portavoces coincidieron en remarcar la potencialidad para Nafarroa de gestionar sus propios recursos.