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NORUEGA: TOTAL TRANSPARENCIA FISCAL CON SOLO UNOS CLICS

¿Cuánto gana mi vecino, mi colega, ese político o su esposa? En Noruega, campeona mundial de la transparencia, los datos fiscales de cualquier persona son accesibles para todas las demás. Y en la era digital es todavía más fácil: basta con hacer un par de clics.

Por eso, que un multimillonario pueda llegar a la Casa Blanca sin hacer una declaración de impuestos o que uno de los favoritos para entrar en el Elíseo vea debilita su imagen en plena campaña por las revelaciones sobre los ingresos cobrados por sus familiares por empleos supuestamente ficticios son escenarios cuasi inconcebibles en el país nórdico.

«En Noruega hay una cultura de apertura sobre estas cuestiones que hace que sea imposible que alguien resulte elegido sin ser transparente sobre su situación fiscal y sobre sus ingresos», explica a AFP el director general de la Administración Tributaria (Skatteetaten), Hans Christian Holte.

Cada año, el fisco noruego hace públicos en su sitio web los datos clave (ingresos, fortuna e impuestos) de todos los contribuyentes. En estas tierras protestantes, se parte del principio de que motiva más pagar la justa parte a la comunidad cuando está asegurado que todo el mundo lo hace así. Cuando esto sucede, en los medios florecen las clasificaciones de las stars, deportistas y políticos más ricos o mejor pagados. Pero, además, todo el mundo puede verificar lo que gana su jefe o los colegas de la oficina.

Esta práctica tiene sus raíces en el siglo XIX, cuando se podía acudir al ayuntamiento o al centro de impuestos a consultar los registros fiscales. «Esta transparencia hace que la confianza en la Administración Tributaria sea muy elevada aquí», subraya Holte. Tan elevada es que el organismo que él dirige cosechó en 2015 un premio a la… mejor reputación. «Y también alimenta los debates sobre cuestiones sociales o económicas, como las diferencias salariales entre hombres y mujeres o entre distintas profesiones», añade este alto funcionario.

Ávidos de igualitarismo, generalmente los países nórdicos están instalados en lo más alto de la clasificación de los estados menos corruptos de Transparency International. En Suecia y Finlandia también es posible obtener datos fiscales de una persona con una sencilla llamada de teléfono o personándose en el centro de impuestos, pero no a través de Internet como ocurre en Noruega.

Por unos pocos euros, la empresa sueca Ratsit permite saber todo, o casi, sobre un individuo, incluidos sus préstamos en curso o las veces que ha olvidado pagar una factura. Para los finlandeses, pagar mucho en impuestos es un motivo de orgullo: los 54,1 millones de euros abonados en 2013 por Ilkka Paananen, patrón de Supercell, el grupo que inventó el exitoso juego “Clash of Clans”, levantó un gran respeto.

La transparencia contribuye también a engrosar las arcas del Estado noruego al desalentar el fraude. La publicación de los datos fiscales en Internet a partir de 2001 ha incrementado los ingresos públicos en unos 500 millones de coronas (más de 56 millones de euros) por año, según estima Thor Olav Thoresen, investigador del instituto central de estadística SSB. «Si yo tuviera la tentación de eludir el pago de impuestos, sería disuadido por el hecho de que quienes conocen mi tren de vida también pueden comprobar fácilmente lo que gano», comenta Thoresen. El fisco dice que recibe entre 3.000 y 4.000 informes de ese tipo por año, la mayoría provenientes de particulares.

Ladrones bien informados

La otra cara de la moneda es que esta práctica puede alimentar cierta forma de voyeurismo, más teniendo en cuenta que durante mucho tiempo las búsquedas en línea eran anónimas. La prensa se ha hecho eco de casos de escolares que veían cómo sus compañeros se burlaban de ellos en razón de los ingresos más o menos elevados de sus padres, así como de ladrones detenidos con los datos fiscales de sus objetivos.

«Incluso hemos visto surgir aplicaciones que muestran la fortuna de los vecinos de la calle por la que pasas o que añaden ese dato automáticamente en tus contactos de Facebook», lamenta Rolf Lothe, responsable de la Asociación de Contribuyentes.

Por eso se han puesto en marcha ciertas salvaguardas. Así, desde 2014 es necesario identificarse para acceder a los ingresos de otra persona, la cual puede seguir fácilmente el rastro de esa consulta. Como resultado de ello, el número de búsquedas se ha reducido drásticamente: de los 16,7 millones registrados entre los meses de octubre de 2013 y 2014 –es decir, tres veces más que el total de la población noruega–, han caído a 1,5 millones en el mismo periodo de 2015 a 2016.