La ley que fue aprobada el pasado miércoles en el Parlamento Alemán en torno a la persecución de los llamados «delitos de odio» en internet, ha encendido las luces de alerta en el universo virtual, sobre todo en las grandes empresas que han visto en esta ley «un peligro para la libertad de expresión en internet». El gobierno alemán ha aprobado un proyecto de ley con el que sancionará a las redes sociales que no eliminen los comentarios que incurran en un delito de odio con multas de hasta 50 millones de euros. El anuncio de la puesta en marcha de esta ley fue anunciada por el ministro de Justicia Heiko Maas, el cual afirmó que «debe haber tan poca tolerancia con la agitación criminal en el entorno digital como en la calle». A través de esta medida polémica, el ejecutivo alemán quiere evitar la proliferación de todo tipo de información falsa y que incluía contenido racista. Cabe recordar que falta menos de medio año para que Alemania convoque sus elecciones generales y en Berlín no quieren que se repita la propagación de noticias falsas que vivieron las elecciones estadounidenses y la formación ultraderechista Alternativa para Alemania coja un gran impulso en las redes sociales mediante la difusión de un mensaje basado en el miedo y la xenofobia. Un dato este a tener en cuenta ya que Breitbart, el medio ultra que respaldó la campaña de Donald Trump en Estados Unidos, ha prolongado su ruta en Alemania. Desde el otro lado, las corporaciones digitales han manifestado que esta ley puede acotar de manera muy significativa la libertad de expresión. Estas empresas contarán con 24 horas de margen para que eliminen o bloqueen el contenido que haya sido señalado. Según un informe reciente, Facebook ha eliminado el 39% de los contenidos en los que se denuncia que hay delito de odio mientras que en Twitter la cifra se reduce a al 1%.

Facebook ha dicho que «trabajamos muy duro para eliminar contenido ilegal de nuestra plataforma y estamos decididos a trabajar con otros para resolver este problema» y Bernhard Rohleder, gerente del grupo tecnológico Bitkom, ha manifestado su preocupación añadiendo que «dado que los plazos son cortos y las penas muy severas, los proveedores estarán obligados a eliminar todo tipo de material que resulte dudoso como medida de precaución y esto vulnera gravemente la libertad de expresión en internet».