Agustín GOIKOETXEA
BILBO

Otxarkoaga exige a las instituciones que terminen con la inseguridad

El dolor y la rabia sacuden Otxarkoaga, que ayer salió a la calle para repudiar la muerte violenta de dos vecinos y exigir a las instituciones que pongan fin a la «sensación de inseguridad» que viven. El alcalde, que participó en la manifestación de protesta y fue abucheado, contestó que «recoge la preocupación de la ciudadanía».

La muerte de Lucía y Rafael ha sacudido a Otxarkoaga después de meses de continuos sobresaltos por robos, en algunos casos con violencia. Ayer, uno de los barrios más combativos de Bilbo salió a la calle para exigir a las instituciones «respuestas, y lo más rápido posible». Cerca de 2.000 personas participaron en la manifestación convocada por el movimiento ciudadano para decir «¡basta ya!». Se corearon insistentemente consignas como ‘‘Otxarkoaga más seguridad», ‘‘menos multas, más vigilancia’’ o ‘‘con este Ayunta- miento vamos de culo’’.

Son conscientes de que no son el único barrio que sufre episodios de inseguridad, pero demandan soluciones y dejan claro que no piensan estar quietos. «No queremos más palabras bonitas, ni promesas, queremos soluciones a una situación que desgraciadamente se está repitiendo», subrayaron. «Otxarkoaga es un barrio vivo, amable y solidario. No nos merecemos que sucedan este tipo de sucesos», expusieron aún impactados por detalles que han transcendido de la muerte de la pareja de octogenarios.

El Gobierno municipal PNV-PSE conoce desde hace meses las inquietudes del vecindario, lo que fue recordado por los grupos de la oposición, que se quejan de falta de información. «La desinformación lo único que está provocando es especulación, miedo y si cabe más preocupación», declaró Carmen Muñoz, portavoz de Udalberri.

El alcalde aseguró que a su equipo «le preocupa y ocupa la seguridad», además de que se extienda la sensación de que hechos violentos como los que se vienen sucediendo las últimas semanas en el Botxo son comunes. «Ante eso me rebelo, ante eso me niego, eso no puede ser así, y a esta situación le tenemos que dar la vuelta entre todos», dijo Juan Mari Aburto, para comprometerse «a dar la vuelta a esta situación, a pesar de que la realidad en momentos como este pueda ser tozuda».

«La delincuencia cero es muy difícil en una ciudad como esta, pero la tolerancia cero y la firmeza ante la delincuencia debe ser una seña de identidad», defendió el primer edil.

La oposición reclama que se avance en la definición de una «Policía de barrio», cercana a la ciudadanía, que realice labores preventivas, y en el rejuvenecimiento de la plantilla de la Policía Municipal. También se pidió mayor coordinación entre los distintos cuerpos policiales. A mediodía, se reunió la Comisión Local de Seguridad con el alcalde y el viceconsejero Josu Zubiaga a la cabeza para analizar lo sucedido y para reforzar el «trabajo conjunto en materia de prevención, investigación, detección y detención».

La soberanista Aitziber Ibaibarriaga consideró que Aburto no ejerce su liderazgo. «Es incapaz de abordar una situación que parece que se le escapa de las manos ya que solo actúa a posteriori. Esto solo aumenta la sensación de abandono de estos barrios periféricos», indicó.