Koldo LANDALUZE
donostia

Cantantes africanas contra una industria musical «patriarcal»

El festival de música africana Sauti za Busara ha servido para que algunas de las cantantes africanas más destacadas hicieran un llamamiento para criticar una industria regida por hombres y apostar por aprovechar las posibilidades de internet.

Una de las conclusiones más interesantes que salieron a relucir en la última edición del festival de música Sauti za Busara –“Sonidos de la sabiduría”, en idioma suajili– que se celebró en Stone Town, Zanzíbar, se concretó en la necesidad de que las mujeres músicas de África unificaran su reivindicación y pusieran de manifiesto su disconformidad hacia la industria musical. Para tal fin se hizo especial hincapié en aprovechar al máximo los recursos que ofrece internet para dar a conocer su situación y sus creaciones.

Carola Kinasha, música y activista de Tanzania, fue la encargada de moderar una mesa redonda incluida en el programa del Sauti za Busara y, realizó un discurso inaugural en el que dijo: «A vosotras, mujeres que estáis en la música. Nos hicimos conocidas en la industria musical mundial. Sin embargo, la desigualdad de género, el machismo y la brecha salarial persisten. No se trata de que nos falte la capacidad. Se trata de que los encargados de tomar las decisiones son hombres». Tras este llamamiento, Kinasha puso como ejemplo lo que acontece en Gran Bretaña, donde las mujeres ocupan apenas el 16% de las jefaturas del negocio musical.

Entre las artistas de gran prestigio que participaron en esta mesa redonda figuraron la cantautora estadounidense Somi, la cantante tanzana Saida Karola y la integrante del grupo de Zanzibar Siti and the Band Amina Omar y todas ellas mostraron su idea común de poner en marcha una plataforma virtual a través de la cual se quiere dar a conocer esta situación que han definido como «patriarcal» y en la que pretenden dar a conocer la obra de aquellas mujeres cuyo talento musical está siendo condenado al ostracismo por parte de la industria musical.

Esta reivindicación también tuvo su correspondiente prolongación sobre el gran escenario del Sauti za Busara, desde el cual Saida Karoli, una de las cantantes más populares de Tanzania, prologó su concierto con un discurso en el que dijo: «Vengo de un pueblo pequeño y soy huérfana. No tenía idea de cómo moverme en la industria musical y mi representante era como mi padre, creí en él con todo mi corazón y si bien me abrió nuevas puertas, también me encerró durante siete meses como una prisionera y se quedó con los derechos de todos mis discos».