Priscilla Band aprovechó el calor de Aste Nagusia de 2016 para grabar en video su dinámica actuación en la Plaza Nueva de Bilbo. Buenas tomas y el reflejo del funk profundo con buena parte de sonoridad afro que la banda propone. Priscilla Band la componen nueve destacados músicos oficiales, más dos vientos invitados, seis en total, percusión extra, y tres colaboraciones llegadas desde Madrid y Barcelona. Más de una hora de energía, baile y sudor que se refleja en directo hoy en la sala Dabadaba de Donostia junto a El Sindicato, 20.30, y el domingo en Nave 9 (Museo Marítimo) con el aperitivo, 13.30.

Llevan poco más de doce años, es un tiempo dilatado si tenemos en cuenta que son una banda numerosa y que el funk a penas se escucha en la banda radiofónica ni aparece en medios escritos, ¿qué equilibrio de fuerzas han conseguido para no desfallecer?

Este sueño fue creado por cuatro amigos del colegio que llevan ensayando y dando conciertos juntos desde el 99. Toda persona que se ha ido sumando al proyecto ha defendido los valores originales. Principios que quedan lejos del lucro. Nos encanta lo que hacemos, conseguir que la sociedad baile.

Cabe suponer que algunos de ustedes serán profesores, estén en otras bandas o con trabajos en paralelo. Haga un poco de MC (master of ceremony).

Encantado, tomo el micro: Juantxu García (voz), nuestro Cicerón, procede de Santana (Getxo), es autónomo de la limpieza , y maestro luthier de afición. Xabier Vellé (guitarra), desde Txurdinaga (Bilbo), dinamizador de Asociación de comerciantes y socio de Electric Bulegoa (nuestro management), es el contable de la empresa. Lander Pérez (bajo), reside en Gatika, comercial del baño, es el que nunca puede saltarse un ensayo. Alex Hazas (saxo tenor), desde Lutxana (Erandio ), experto en diseño web, es el gentleman de la banda. Iskander Vesga (saxo alto), desde Amurrio, es apicultor de profesión, nuestro pichichi del saxo. Urtzi Martín (trompeta), desde Zorrotza, Bilbo, reparador de instrumentos de viento y maestro de fanfarres, es el sereno de la banda y mejor copiloto. Julen Yarritu (saxo barítono), desde Laudio, es maestro de saxofón y hombre de fanfarre, el sensato de la banda. Xabier Urrutikoetxea(drums) desde Areatza, maestro de batería y guitarra, productor y sobre todo creador espiritual de lo que hoy es Priscilla Band. Y el que escribe, Joseba Negro (Hammond), vivo en Balmaseda, soy maestro de piano y acordeón diatónico, compositor y arreglista, el follonero de la banda.

¿Son habitualmente una banda fija o caben repuestos si uno no puede asistir a un concierto por razones de vida? ¿Forman una pequeña comunidad?

Somos una gran comunidad asamblearia, en la que vamos introduciendo becario/as. Les preparamos en alma y cuerpo para la dura vida del fonk [término utilizado por la banda para definir «su» funk].

¿Quién comenzó la historia y a quién «convirtió» de inmediato? ¿Qué armas utilizó? ¿Qué prometió?

Fueron Lander Pérez y Xabi Urruti los creadores del groove primitivo junto a mí, que agregué la hipnosis del Hammond. Esa es la génesis, buscando un cambio en su desarrollo musical, persiguiendo algo genuino e inspirador para el baile y la diversión. La black music nos dio ese refugio una vez catados los estilos mainstream de Euskal Herria (punk, rock, heavy…). Hace ya doce años de eso. Soñábamos con lo que hoy tenemos, nos tragábamos todo bolo soul, funk, reggae, ska que pisara Bilbo. Y nos entreteníamos mientras estudiábamos carreras universitarias que nunca nos darían empleo. Esto es digno de contar, nos emociona.

James Brown fue uno de sus maestros primigenios, ¿con el paso del tiempo han incorporados nombres tan ilustres, si cabe, y otros artistas menores de ese profundo funk?

Mr Dynamite nos dio las claves para estilizar por fin la banda con “Xalala Kale” (Priscifunktoria, 2015). Ahora vagamos a la deriva picando de lo rico del deep funk europeo y el yanqui, pero sin olvidar a las grandes mentes del pasado. También incorporamos soul, afrobeat. Estamos trabajando en ello. Véanse ejemplos como The Poets of Rhythm, Lafayette, Dapkings (y todo lo que edite Daptone), Antibalas, Soul Stylistics, Quantic…

¿África se ha metido aún más en sus cuerpos que en el inicio?

África y su ritmo debería ser asignatura obligatoria y curricular en todos los conservatorios de jazz. Llevamos toda la historia de la humanidad apropiándonos de sus valores culturales de una forma aun tristemente déspota y colonial. Eso es político. Nuestro mensaje musical incluye la aceptación de esa opresión ejercida como privilegiados blancos burgueses al pueblo africano y englobándolo a todo lo mestizo. La música escrita nos aburre. El blues es la forma musical más natural con la que nadie nunca ha transmitido el dolor o la alegría. Que en las escuelas se dé todavía hoy en día más importancia a Mozart que a Muddy Waters me parece un atraso y un acto de subordinación cultural.

El soul/funk de raíz está en retroceso incluso en Estados Unidos y su comunidad afroamericana. Surgen nuevos valores, pero, en general, solo en dirección al soul más comercial, soul pop para las listas de éxito y poco más.

Creo que cada vez importa menos o influye menos lo que la industria musical quiere meternos. La creación subversiva y transformadora siempre se le escapará al capital, ya que este último no entiende de alma. Lo que engancha de verdad es lo creado en la calle, para el pueblo y por el pueblo. Cuando los artistas empiezan a tener más foco empiezan a delegar su carrera en empresas y aquello genuino que les podía diferenciar, lo echan a perder. Como bien acuñó Gil Scott-Heron: ‘The revolution will not be televised’.

¿Es complejo componer nuevos temas que no suenen a «esto ya lo hizo...»? ¿Cómo se solventa el posible mimetismo histórico...?, si es posible o necesario evitarlo.

Nos encanta ese mimetismo histórico. Antes de pretender fusionar nos queda aún mucho por transcribir de Aretha, Ottis, Etta, Sam, The MGs, The JBs…Y aún más les queda a las mentes de EH como para que lo nuestro pueda entenderse en una dirección más vanguardista.

En todo este tiempo han grabado dos buenos discos y el efervescente deuvedé presente, no es mucho bagaje material, pero quizá la escena no dé más de sí y grabar sea una rémora económica que lo impide.

Te voy a dar una buena nueva. Todo 2017 lo hemos invertido en construir con nuestras propias manos un espacio de trabajo insólito en nuestra tierra, Downbat Studios de Bilbao. Analógico. Creado por músicos y para músicos. Ayudados por Txope, nuestro tutor de albañilería. Con esto confirmo que nuestras producciones son casi en su totalidad autogestionadas. Por eso la demora en editar otro LP. Tengan paciencia, las buenas alubias llevan su dedicación.

¿Consiguen que acuda gente joven a sus actuaciones donde el ritmo y el baile giran en paralelo? ¿El funk y el soul tienen más potencial del que se cree, pero la situación cultural es perversa?

Es difícil. La juventud gasta mucho en vestirse, estudiar, comprar coche, independizarse, disfrutar, viajar... y pocos se plantean que escuchan la música que el poder quiere que escuche. El reggaetón puede que sea supermolón, pero mucho antes estaba Aretha Franklyn. Falta cultura crítica y constructiva. ¡Educadores de EH!, ‘tenemos tareas pendientes’.

¿Existe en el Estado un mínimo circuito soul-funk? ¿Otras bandas con las que pelear amablemente? En la actuación de Bilbo contaron con las hermanas EDjole, residentes en Madrid, el catalán Anaut...

Hay circuito, no demasiado amplio, pero suficiente para nosotros, que tampoco podemos permitirnos estar de gira continuamente, esto es Priscilla y no nos da de comer. Estamos contentos por los amigos y amigas del fonk que hemos hecho en estos años de bolos por el Estado. Fue todo un placer que se vinieran a la Aste Nagusi 2016 a disfrutar junto a nosotros.

Aquella noche no será fácil de repetir, pero que nse pierda la ilusión. ¿Habrá disco en un futuro o directamente no merece la pena? ¿Se compone en la trastienda?

Una vez construido nuestra cueva del fonk, solo queda tener paciencia y volver a lo que realmente mejor sabemos hacer. Volvemos a la carretera y tenemos ganas de hacer sudar. Seguimos componiendo, pero queremos hacerlo mejor que nunca para editar nuestro tercer LP. Como con el buen bacalao, hay que dejar que el pilpil ligue... Hori baita gure estiloa!