Una imagen, un nombre: Savita Halappanavar. Su cara ha adornado posters, murales… Su familia pidió el «sí» a la liberalización del aborto. Todo por Savita, la mujer que no debió morir pero que debido a la restrictiva ley del aborto perdió su vida en Irlanda. Al anuncio oficial de los resultados en el castillo de Dublín siguieron las voces que coreaban su nombre.

Los padres de Savita están «muy, muy felices» con el resultado, con los 1.429.981 votantes, el 66,4% de los irlandeses que apoyaron la liberalización del aborto el 25 de mayo, que garantiza que mujeres en la situación de Savita no tendrán que morir. O que no se sumarán más mujeres a las nueve que diariamente viajan a Gran Bretaña. «Tenemos una última solicitud, que la nueva ley se llame ‘Ley de Savita’. Debe ser nombrada por ella», solicitaba su padre, Andanappa Yalagi, desde la casa familiar en el sudoeste de India.

Desde un principio las encuestas apuntaban al resultado final, pero nunca a esa escala. Se adivinaba en los números: 118.000 nuevos votantes registrados; 30.000 inmigrantes retornan para votar… Se vivía el día del referéndum: colas en los colegios electorales a las siete de la mañana, la hora de la apertura, y participación del 40% a mediodía. El resultado: una participación que supera al referéndum sobre la igualdad matrimonial, por encima del 64%.

Dublín y Wicklow

La celebración se inició al cierre de urnas en la noche del viernes. La primera encuesta a pie de urna la publica el diario “Irish Times” y apunta a que un 68% está a favor del aborto. Este resultado es refrendado por las estimaciones del canal público RTE, que apuntaba entonces a un 69,4%. Finalmente fue un 66% el que apoyó la reforma constitucional, con colegios electorales en Dublín y Wicklow donde se superó el 80% a favor. Lo interesante es que la división entre las ciudades y las zonas rurales ha desaparecido en este referéndum. Y ha sido quizás porque se ha ganado entre las mujeres y familias afectadas, ya que un 40% del electorado basó su decisión en las experiencias de familiares y amigos.

Todos los distritos electorales apoyaron la liberalización del aborto, con la excepción de Donegal, donde ganó el «no» por tan sólo tres puntos. La victoria ha sido tal que los diputados que se oponían a la derogación de la enmienda octava, que restringía el derecho al aborto al darle la misma importancia a la vida del feto que a la de la madre, han anunciado que apoyarán la legislación. El ministro de Sanidad, Simon Harris, ha prometido que la nueva ley, basada en las deliberaciones de una Asamblea de Ciudadanos que fueron refrendadas por una comisión parlamentaria, será votada para finales de año.