Ion SALGADO
GASTEIZ
una nueva muerte en prisión

Salhaketa denuncia la muerte de un joven vizcaino de 28 años en Zaballa

Salhaketa considera que se ha producido «una conducta omisiva y pasiva» por parte de los responsables de la cárcel alavesa y aboga por emprender acciones penales por imprudencia «porque los medios están, o deberían estar, para prevenir este tipo de situaciones». Un hermano del fallecido en la cárcel de Zaballa también murió en prisión.

Salhaketa denunció ayer la muerte de un preso en la cárcel de Zaballa. Se llamaba Jonathan, tenía 28 años, residía en Bizkaia y su cuerpo sin vida apareció la madrugada del 17 de enero. Al parecer, falleció a consecuencia de una sobredosis. Su compañero de celda, que también sufrió una sobredosis, sobrevivió.

En una rueda de prensa ofrecida en Gasteiz, la abogada Silvia Encina, integrante de la asociación “Familiares frente la crueldad carcelaria”, censuró que en el caso de Jonathan «hay bastantes cosas que suenan muy mal», ya que, pese a que se sospechaba que el compañero podía haber introducido drogas en la prisión tras un vis a vis, «no se aplicaron las medidas de seguridad» pertinentes.

«Nos parece que aquí ha habido una imprudencia grave por parte de la prisión, porque había una sospecha de que esta persona estaba portando drogas, y pienso que no tenían que haber estado juntos esa noche en la celda», apuntó. Y remarcó que el compañero de Jonathan debía haber estado aparte, en una celda vigilada.

A su juicio, los responsables de la prisión incumplieron sus deberes de custodia, «y consideramos que en este caso, como en otros, ha habido una conducta omisiva y pasiva. Se deberían tomar acciones penales por imprudencia, porque los medios están, o deberían estar, para prevenir estas situaciones».

En este sentido, el portavoz de Salhaketa, César Manzanos, señaló que este hecho luctuoso, «no notificado por Instituciones Penitenciarias, representa una nueva crónica de muerte anunciada en las cárceles».

«Nos preocupa la nula iniciativa de actuación por parte de las autoridades judiciales competentes para esclarecer las circunstancias de estas muertes por causas no naturales, en su gran mayoría de personas jóvenes que, no lo olvidemos, mantiene una relación de sujeción especial con la Administración del Estado, y este tiene la obligación de garantizar entre otros, su derecho a la vida», subrayó.

Alertó en paralelo de «la sistemática política de ocultamiento de estas muertes, de las que no se facilita ningún tipo de información pública, como parte de la estrategia de impunidad ante las muertes no naturales que están acabando con la vida de estos jóvenes».

Una batería de medidas

Para evitar más muertes en prisión, Manzanos presentó una batería de medidas, entre las que figura «que el Ministerio Fiscal no se inhiba e investigue siempre de oficio estas muertes, con el fin de depurar las responsabilidades políticas, administrativas y penales que se desprendan de estos hechos».

Salhaketa solicita «que las direcciones de las prisiones informen con imparcialidad a las familias y no se limiten a buscar que se incinere el cadáver para poder evitar autopsias posteriores que esclarezcan las circunstancias en las que se han producido las muertes». Y pide que «se faciliten a las familias los apoyos necesarios para poder solicitar las responsabilidades civiles y penales que se desprendan del mal funcionamiento de la Administración judicial».

Además, exige medidas de sustitución de la fase procesal y suspensión condicional de la condena en fase ejecutoria por el cumplimiento de programas de deshabituación de drogodependencias; la inmediata excarcelación de las personas gravemente enfermas, «en especial aquellas en fase terminal, así como las que padezcan enfermedades mentales que en muchos casos suponen la inducción al suicidio»; y la reforma de la legislación penal y penitenciaria que «alarga innecesariamente las condenas y restringe el acceso a permisos de salida, tercer grado y libertad condicional».

Por último, reclama la reducción del numero de presos «hasta la óptima capacidad de cada prisión para evitar la actual masificación». A este respecto, Manzanos recordó que Zaballa tiene módulos cerrados pese a que muchos presos se ven obligados a compartir celdas.

 

EH Bildu pregunta a Madrid y pide datos

Marian Beitialarrangoitia presentó ayer una serie de preguntas al Gobierno español tras conocer la muerte de Jonathan. La diputada de EH Bildu quiere saber «cómo es posible que nada se haya sabido sobre esta muerte hasta pasados diez días». «¿No piensa el Gobierno que tiene la obligación de hacer público un hecho de tal gravedad?»..

Añade que, según los datos aportados por Salhaketa, el 80% de las personas están en prisión tienen drogodependencias. «¿Qué datos tiene al respecto el Gobierno? ¿Cuál es la realidad de la drogodependencia en las cárceles españolas?», pregunta antes de pedir información sobre la situación del compañero de celda del fallecido.

Quiere conocer las medidas que se hayan podido tomar contra los responsables de Zaballa, «que está claro que no han cumplido con sus funciones», y la atención prestada a la familia, que «se quedó todo el fin de semana sin apenas tener información. ¿Cómo es esto posible?».

Por último, Beitialarrangoitia solicita cuántas personas han muerto en prisión en 2018, y que indique el lugar la fecha y la causa de cada una de las muertes. «¿Ha habido algún caso en el que se hayan abierto diligencias por posibles responsabilidades de terceros en dichas muertes, por acción o por omisión?».

El “Informe sobre la tortura y los malos tratos en el Estado español en 2017”, publicado por la Coordinadora para la Prevención y la Denuncia de la Tortura (CPDT), recoge que, en ese año, fueron 36 los fallecidos en espacios de privación de libertad, 27 de ellos en prisión. Pero parece solo la punta del iceberg.Así, mientras en 2016 la CPDT se hizo eco de 19 fallecimientos en centros penitenciarios, los datos oficiales revelaron que ese curso perdieron la vida más de 200 personas en prisión. Y en 2008 y 2009 la cifra oficial superó las 280 muertes.

 

Instituciones Penitenciarias niega falta de información y no confirma la sobredosis

Fuentes de Instituciones Penitenciarias se pusieron ayer en contacto con GARA y NAIZ para dar su versión de lo ocurrido en la prisión de Zaballa. Afirmaron que tras conocer la muerte de Jonathan se abrió un expediente y se puso lo sucedido en conocimiento del juzgado. Además, indicaron que se avisó del fallecimiento a la familia del preso vizcaino al poco tiempo.

Asimismo, remarcaron que no se puede confirmar la sobredosis, ya que todavía están a la espera de la autopsia, y negaron que el compañero de celda del preso muerto tuviera una sobredosis.I.S.