R.S.
DONOSTIA

El JCVP ha rechazado 66 de las 69 peticiones de pasar a segundo grado

La batalla judicial por salir del primer grado, definido por la propia ley como excepcional y temporal, está siendo enconada. Lo refleja este dato: el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria ha denegado 66 de las 69 solicitudes presentadas por presos y presas recluidos en primer grado y privados por tanto incluso de la opción de permisos ordinarios. No hay una evolución; en los últimos tres meses solo se ha admitido una progresión frente a 23 rechazos.

GARA informó el pasado viernes de dos casos ilustrativos de las enormes dificultades puestas a los presos vascos para progresar de grado: el de Sebas Etxaniz, al que se niega reiteradamente el tercer grado pese a sus 75 años de edad, y el de otro preso en Córdoba al que se niega el paso de primero a segundo. No eran excepciones, ni mucho menos. Los números lo dicen todo: de las 69 solicitudes de progresión de primer a segundo grado presentadas al Tribunal Central de Vigilancia Penitenciaria hasta este 21 de enero, 66 han sido denegadas.

Pese a las afirmaciones del ministro del Interior español dando a entender una paulatina apertura en cuestiones penitenciarias, lo cierto es que no se observa evolución y esa puerta sigue tan cerrada como hace medio año. En el estudio realizado por el Foro Social entre julio y setiembre pasado se referían 44 desestimaciones sobre 46, un porcentaje idéntico al acumulado hasta ahora.

En los últimos tres meses, la cadencia ha continuado igual, con 22 denegaciones sobre 23. Únicamente a Mikel Otegi, preso en Valdemoro, se le ha concedido el segundo grado mediante un auto de octubre. Por contra, se ha dicho no a cinco presos y presas de Córdoba, otros cinco de Puerto, cuatro de Curtis, dos de Granada y uno de Almería, Murcia, A Lama, Cáceres, Valencia y Castelló. En el caso del preso de Córdoba citado en la información del viernes y de otro de Teixerio, esta denegación se ha producido ya en dos ocasiones.

La mayoría de las respuestas negativas del TCVP han dado pie a recursos ante la Sala de lo Penal de la AN, instancia superior. También aquí las primeras resoluciones son negativas (siete en diciembre), si bien aparecen votos particulares discrepantes de jueces que servirán como argumento a la defensa para las siguientes batallas judiciales.

 

Casi el 60% del Colectivo supera los 15 años de cautiverio

Las trabas a la progresión de grado, y con ello a las salidas de prisión aunque sea para fines de semana, resultan especialmente graves si se tiene en cuenta que más de la mitad de estos presos y presas superan ya los quince años encarcelados, lo que supone algo muy excepcional en el Estado español en otros supuestos delictivos.

Según datos de Presoen Batzordea de Sortu, en la actualidad más de medio centenar de prisioneros llevan más de 20 años entre rejas y una quincena de ellos han cumplido ya más de 25.

Quienes superan los quince años de encarcelamiento son 150, lo que supone prácticamente el 60% del Colectivo. Y hay que subrayar que entre ellos casi la totalidad han pasado todo este larguísimo periodo en primer grado, pese a definirse como un régimen provisional.

Otro dato relevante paralelo es que el 80% de estos presos y presas vascas han cumplido ya más de la mitad de sus condenas. En el Estado español su número ascendería exactamente a 168, sobre un total de 211 en la actualidad, en el caso de que se les hubiera aplicado el descuento de condenas ya cumplidas en otros estados, un criterio establecido por Europa en 2008 pero incumplido por el Estado español y que no ha sido corregido por el Tribunal de Estrasburgo.

Teniendo en cuenta esta circunstancia, de estos 168 prisioneros y prisioneras en el Estado español nada menos que 85 habrían cumplido incluso los tres cuartos de sus condenas, por lo que encajarían ya en los requisitos legales para obtener la libertad condicional aunque esta cuestión también es obstruida habitualmente.