«Lo hemos conseguido!!! El sábado, después de unas cuantas vueltas, estrenamos la pancarta en San Mamés». El colectivo Ezkerraldea Hintxak lo anunciaba el día anterior al derbi ante el Eibar y, dicho y hecho, el sábado, la pancarta en cuestión, la primera propia, lucía a pie de césped en la zona donde se ubica el grupo, integrado en la Iñigo Cabacas Herri Harmaila. La historia detrás de la misma es la historia de la cada vez más estricta normativa que la Liga y, por ende, los clubes, imponen al acceso de elementos de animación a los campos, sin que San Mamés sea una excepción. Megáfonos, pancartas, banderas, bombos, tifos, incluida la novedosda txalaparta con la que Piratak sorprendió esta jornada a quienes acudieron al coliseo rojiblanco. «A nosotros nos parece que a base de normativas ultraexigentes, prohibiciones, sanciones, buscan entorpecer a los grupos que se dedican a animar en San Mamés o en cualquier estadio. Las gradas populares parece que molestan, sólo quieren asientos ocupados. Hace tiempo que en este fútbol moderno sólo les interesa el dinero y no se tiene en cuenta a los aficionados», lamentan desde el colectivo Ezkerraldea Hintxak.

La historia de esta pancarta, la de cualquier pancarta, se ha fraguado sin prisa, pero sin pausa. Antes de nada, el grupo debe estar registrado en el ‘Libro de aficionados’ del club rojiblanco, que incluye el nombre del ‘talde’, un responsable, ubicación en el campo y número de aficionados que lo componen. «Una vez hecho esto, empieza las gestiones para legalizar la pancarta. Nosotros sabíamos que tenía que ser ignífuga y de hecho al hacerla la podíamos haber hecho de material ignífugo, pero para llevarlas a cualquier lado son mucho más aparatosas y decidimos hacerla de tela y darles nosotros mismos el tratamiento ignífugo», todo grabado en vídeo y enviado al Athletic. «¿Cuál fue nuestra sorpresa? Recibimos la respuesta del club diciendo que eso ya no era válido, que el tratamiento de ignifugación necesitaba un certificado», lo que trastocó sus planes.

Una semana más de retraso y la entidad rojiblanca que acepta el certificado remitido por una empresa valenciana que realiza este tipo de trabajos. Veinte días más tarde, la pancarta estaba de vuelta en Bilbo con el tratamiento frente al fuego.

Con los pasos dados, de nuevo el grupo se dirigió al club, que a su vez le respondió con un listado de requisitos a acompañar: certificado, datos del solicitante, tamaño de la pancarta, material, diseño o fotografía de la misma, partido en el cual se desee mostrar y persona responsable de su introducción, instalación y retirada. Si con toda esa documentación la Liga, se supone, da el visto bueno, adelante; si no, habrán sido tiempo y dinero tirados a la basura. «En nuestro caso lo hemos llevado con calma, hemos mirado varios presupuestos para la ignifugación y lo hemos hecho a nuestro ritmo. Pero el tiempo depende de la rapidez con la que el club conteste. De haberlo gestionado todo seguido hubiera sido cosa de un mes o mes y medio desde que recibimos la pancarta por primera vez», explican.

Desde Eskerraldea Hintxak se muestran preocupados por estos niveles de requisitos. «Esta temporada están siendo más exigentes con el tema de la ignifugación, es mucho más complicado todo. Quitan las ganas de hacer nada». En este caso de San Mamés, no son pocas las críticas que en los últimos tiempos ha habido por parte de la grada popular hacia estas cada vez mayores restricciones; en agosto 2015, recordemos, se prohibió en algunos partidos la entrada al campo de pancartas con la imagen de Iñigo Cabacas, o en setiembre de 2017 toda esa grada se vació en protesta por una orden de retirar algunas pancartas y que el club luego negó. Para estos hinchas de Ezkerraldea, «la sensación que da el club es de llevar este tema a rajatabla, no sabemos si por exigencias del guión o por placer. Pero sí tenemos claro que el club debería proteger mejor a uno de sus bienes más preciados, como es la afición, porque como solemos cantar, ‘Athletic gu gara!’».

En los últimos encuentros en San Mamés se ha hecho notar la presencia de bombos, lo mismo que nuevas canciones que entonar, dentro de una grada históricamente reacia a dejarse llevar por las modas extendidas entre las aficiones. No es el caso de las pancartas, cada vez más presentes en el feudo rojiblanco. Aunque a la hora de tramitar dicho permiso, lamenta Ezkerraldea Hintxak que «al email del club al que nos hemos dirigido para ir realizando cada paso, todos nuestros mensajes han sido en euskera, y todas y cada una de las respuestas desde el club han sido en castellano». Así que estudian ponerse también inflexibles y pedir explicaciones.

Muniain, entre los que más regatea de Europa

¿Quién es el jugador de las principales ligas europeas que más regates realiza? La mayoría respondería que Leo Messi y... acertaría. El Observatorio europeo CIES Football ha analizado el periodo comprendido entre febrero de 2018 y 2019, para futbolistas que hayan jugado más de 1.500 minutos, y el argentino sobresale con un regate cada 19,2 minutos, seguido del joven talento francés del Nice Allan Saint-Maximin, Eden Hazard y los también franceses Näim Sliti, del Dijon, y el culé Ousmane Dembele. Eso sí, el jugador con mayor porcentaje de regates completados es el belga del Chelsea, un 73%, frente a un 67% del argentino. En la lista de 50 jugadores aparece Iker Muniain –1 regate cada 38 minutos– en el puesto 40º y con un porcentaje de acierto del 64%, lo que le sitúa en el 20º de los más habilidosos.J.V.