Raimundo Fitero
DE REOJO

Carlotti

La sombra de los que manejan, de verdad, las cadenas, desde cargos de responsabilidad es muy alargada. A veces su sombra no acaba en su despacho, sino que viene proyectada desde su centro neurálgico. Es el caso de Maurizio Carlotti, actual vicepresidente de Atresmedia que si la junta de accionistas lo aprueba dejará la televisión después de cuarenta años en diferentes cargos estratégicos, tanto en los canales de Berlusconi en Italia, como en la televisión berlusconiana española, las dos cadenas comerciales. Telecinco, que fue su primer destino berlusconiano, donde llegó a ser director general y consejero delegado, nada menos, como desde hace dieciséis en Antena 3 y sus canales satélites.

Es decir, cuando escribimos que el duopolio es de Berlusconi, nos referimos que tanto Paolo Vasile, desde hace años el capo de capi de Telecinco, como Carlotti, han estado en lugares de dirección de la empresa matriz de Berlusconi. Los tentáculos de estas dos cadenas han sido muy largos, han intervenido, directa e indirectamente, en muchas televisiones autonómicas, tanto con la contratación de algunos de sus directivos, como fue Mikel Lejarza de ETB, la venta de programas a través de sus productoras participadas, sin olvidarnos que consiguieron, a partir de conceder una tregua informativa con Zapatero, que se quitara la publicidad de TVE, lo que les ayudó subir sus ingresos al eliminar competencia.

Se puede jubilar tranquilo, ha sabido hacer de Antena 3 un canal familiar, con unos informativos de centro derecha no cavernícola, confundir a los ingenuos con La Sexta, actual vocera del pistolero de Amurrio, conseguir cuotas de pantalla amplias y colapsar con su hermana de intereses económicos, repartirse las cuotas de pantalla y la publicidad y rentabilizar su participación en la producción de cine español. Deja alumnos aventajados.