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BILBO

Jenny Holzer expone en el Guggenheim su carrera artística ligada a la palabra

.Jenny Holzer, considerada una de las artistas más destacadas del tiempo actual, muestra hasta el 9 de setiembre sus cuatro décadas de carrera artística en una exposición en el Museo Guggenheim de Bilbo, que incluye obras llenas de crítica social, con el lenguaje en diversos soportes como medio de expresión. La estadounidense está unida al museo desde su creación, pues creó una pieza de columnas luminosas para la ocasión en 1997.

La artista estadounidense Jenny Holzer muestra sus cuatro décadas de carrera artística en una exposición en el Museo Guggenheim de Bilbo, que incluye obras llenas de crítica social, con el lenguaje en diversos soportes como medio de expresión.

La artista estadounidense, acompañada de responsables del museo, presentó la semana pasada la muestra titulada “Jenny Holzer. Lo indescriptible”, que permanecerá hasta el 9 de setiembre e incluye piezas nuevas creadas para la muestra.

La obra de esta artista gira en torno al lenguaje, que utiliza en textos sobre distintos soportes como papel, piedra, proyecciones de luz o tela para difundir mensajes, a veces de gran dureza, sobre la violencia contra las mujeres, el poder, la guerra, las crisis humanitarias, el sexo o la muerte.

«Lo más importante de la exposición es el contenido», explicó la artista. «Hay relatos sobre hombres y mujeres que han sufrido agresiones e historias de personas en situaciones de conflicto», con «relatos en primera persona» que buscan una reacción del público.

«No voy a salvar el mundo, pero creo que para vivir en buena fe, uno tendría que intentar hacer lo que es capaz de hacer», indicó.

Partidaria de «ayudar donde se pueda» en un mundo que considera en la actualidad «especialmente difícil», considera «un gran problema» lo referido a Donald Trump en Estados Unidos y, como feminista declarada, se mostró emocionada por que alguna de sus frases hayan sido utilizadas por el movimiento “Me Too” de denuncia de las agresiones sexuales.

Censurada

Parte destacada de su obra es la difusión de textos en espacios públicos. Así fue en sus inicios en la década de los setenta cuando pegaba carteles a escondidas por toda Nueva York y también lo es ahora, con sus recientes proyecciones de luz sobre paisajes y arquitecturas.

La exposición incluye los “Truismos” y los “Ensayos incendiarios”, textos escritos a finales de los años setenta y comienzos de los ochenta y que, en un principio, aparecieron pegados de forma anónima por las calles de Nueva York. En Bilbo, se muestran esos pósters escritos en inglés, español, euskara, francés y alemán.

Los sarcófagos de piedra con fragmentos del texto de Holzer “Lamentos” (1989), escrito en los momentos más difíciles de la epidemia del sida, o una señal led vertical con relatos de testigos de la guerra civil en Siria son otras de las obras que se pueden ver.

Una sala del museo acoge otra instalación de leds robotizada de nueva creación, con testimonios en primera persona de supervivientes de agresiones sexuales y violaciones en inglés, español y euskara. Algunos de ellos provienen de los textos en euskara procedentes de “Voces para ver/Ikusteko ahotsak”, libro de testimonios publicado por la Diputación de Bizkaia.

Sirviéndose también del soporte electrónico, Holzer denuncia en su obra “Púrpura” (2008) el uso de la violación como arma en la guerra de la antigua Yugoslavia.

Además de las obras que se pueden ver en la planta segunda del Museo Guggenheim, la exposición, comisariada por Petra Joos (curador del museo bilbaíno) y patrocinada por la Fundación BBVA, presenta una serie de proyecciones de luz sobre la fachada del Museo con textos de poetas vascos, estatales e internacionales, que podrán verse al anochecer hasta este próximo sábado.

La muestra también incluye una serie de obras pictóricas pertenecientes a la serie “Pinturas de censura” que Holzer se encuentra realizando actualmente, basadas en la reproducción de documentos del gobierno estadounidense desclasificados –como documentos de la era Bush sobre operaciones en Afganistán e Irak o papeles del FBI sobre amenazas terroristas–, pero que han sido censurados.

Jenny Holzer, que recibió en 1990 el León de Oro de la Bienal de Venecia en 1990, está ligada desde su inauguración al Museo Guggenheim de Bilbo, que desde octubre de 1997 exhibe en su atrio la “Instalación para Bilbao” de esta artista, una pieza compuesta por nueve columnas luminosas de más de doce metros de altura.