GARA
Ginebra

El coronavirus sí podría transmitirse a través de aerosoles, según la OMS

La posición de la OMS parecía inamovible. Defendía desde hace meses que la principal vía de transmisión del SARS-CoV-2 eran las gotas que un infectado expulsa, por ejemplo, al estornudar. Gotas de cierto peso que se posan rápidamente sobre las superficies. Sin embargo, cada vez hay más evidencia científica de que el virus puede transmitirse también mediante los llamados aerosoles, micropartículas en suspensión de un tamaño y un peso menor, que tardan más en posarse sobre alguna superficie. Así lo han defendido centenares de científicos, que venían pidiendo al organismo internacional que incluyese los aerosoles como importante vía de transmisión, a tener muy en cuenta a la hora de tomar decisiones sanitarias y adoptar políticas públicas.

Finalmente, fue el jueves cuando la OMS dio su brazo a torcer. O al menos empezó a dar signos de ceder. «No se puede descartar la transmisión de aeorosoles, particularmente en zonas interiores con espacios abarrotados y ventilación inadecuada, donde las personas infectadas pasan largos períodos de tiempo con otras», se lee en su nuevo informe, en el que insiste, en cualquier caso, en que son necesarias más investigaciones y una mayor evidencia científica para afirmarlo de forma más tajante. La OMS ha subrayado en más de una ocasión la «urgencia» de nuevas investigaciones sobre esta cuestión.

Espacios cerrados

Lo que sí señaló el organismo sanitario internacional son los lugares en que estos aerosoles pueden ser más peligrosos, siguiendo la numerosa evidencia acumulada en forma de rebrotes en todo el mundo. «Se han producido brotes de covid-19 en ciertos lugares cerrados, tales como restaurantes, clubes nocturnos, lugares de rezo o zonas de trabajo donde la gente estaba gritando, hablando o cantando», apunta en el informe.

Con todo, la OMS insiste en que la principal vía de contagio no son estos aerosoles suspendidos en el aire, sino el contacto directo con personas infectadas, que transmiten el SARS-CoV-2 a través de las gotas respiratorias. Es decir, que los aerosoles solo son un peligro en un contexto ambiental muy determinado.