Juan Mari Feliu Dord
Montañero a su aire
KOLABORAZIOA

En referencia a los molinos en Sarbil

Sin entrar en el conjunto de los proyectados parques eólicos, me ceñiré en esta ocasión en las Peñas de Etxauri, la zona más sensible. Hay quien defiende que existen otros parques en los términos municipales de Belaskoain, Zabalza y Arraiza pertenecientes al valle de Etxauri. Pese a que se presentan como vecinos del valle, quisiera recordar que los citados son parte de un apéndice de la sierra de Erreniega o el Perdón, de la primera instalación histórica en 1997. En realidad son montañas redondeadas cubiertas de pinares de repoblación. Por lo tanto no se puede comparar con el murallón rocoso de Sarbil, conocido por las peñas de Etxauri. El nombre le viene por la cercanía del pueblo que da nombre al valle, lugar este de escalada en mi juventud, donde solamente se realizaba en la zona del Cantero, Kiriako, el Huso...

Pasaron varias generaciones de escaladores compartiendo este espacio con las diferentes colonias de aves rupícolas: quebrantahuesos, águila perdicera, buitre leonado, halcón peregrino, búho real, alimoche, etc., en los últimos años las especies más amenazadas de Europa. Con el tiempo en estos peñascos se plantearon problemas de convivencia y de conservación de los nidos de las aves, que fueron respetados por los escaladores navarros o los venidos de fuera.

Como amantes de la naturaleza, a finales de los años noventa la Federación Navarra de Deportes de Montaña y Escalada alcanzó un acuerdo con la Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, para proteger estas especies en peligro de extinción. Con este motivo se buscó el apoyo de los programas europeos Life-Naturaleza para la recuperación y conservación. Se publicaron folletos informativos, carteles a pie de vía escalada, desequipando las vías temporalmente, prohibiendo su acceso en la temporada de incubación y cría, etc. Hay que recordar que el núcleo de las peñas de Etxauri, ha sido considerada de la misma importancia que las gargantas de Arbaiun o Lumbier en lo que se refiere su hábitat.

Justifica algún vecino del valle que no se tiene en cuenta a la sierra de Sarbil para crear un parque eólico cuando existen en Orkoien, Ororbia o Arazuri. Es precisamente en los núcleos de poblaciones con zonas industriales donde deberían estar instalados los parque eólicos. Razonan como vecinos de Etxauri que se debería negociar con la empresa, la gratuidad del alumbrado público y que se podría utilizar para la instalación del parque la vasta ladera coronada por el «cabezón de Etxauri», precisamente un terreno muy visitado por las aves rapaces por ser zona agraria o lleca donde encuentran su sustento diario.

Un terreno que en parte no es comunal y que fue vendido a la familia Castiella, es la que proponen, «donde las aves que son inteligentes, aprenderán a sortear las aspas de los molinos». Inteligentes o no, las palomas migratorias que se sepa siguen pasando cada año por los altos de Etxalar en su ancestral ruta, donde les esperan las escopetas de caza. Siendo esta nueva oleada de proyectos que implican a varios municipios, debería ser tramitado como plan de incidencia supramunicipal, que corresponde al gobierno navarro tramitar.

Para finalizar, con la familia Castiella tuve relaciones en mi juventud. Precisamente el día 6 de marzo de 1964 falleció escalando Emilio Castiella Medina, miembro de esta familia. Falleció en los brazos de su cuadrilla tras caer de un peñasco cercano al Cantero. Mientras atendimos al malogrado amigo, las rapaces seguían volando tras miles de años con su clásico griterío entre los roquedos de Etxauri... Su recuerdo me hace pensar tantos años después, qué haría con la voraz invasión de las eléctricas en los espacios de la montaña.