Perseverance envía las primeras imágenes del cráter donde aterrizó
El robot Perseverance de la NASA comenzó ayer a enviar las primeras imágenes del entorno donde aterrizó el jueves. Los científicos vascos que participan en la misión, esperan imágenes espectaculares y gran cantidad de datos en los próximos años, que se centrarán sobre todo en buscar indicios de vida pasada en el planeta rojo.

Después de la primera imagen enviada desde Marte por el Perseverance, nada más concluir su amartizaje, el robot comenzó a transmitir datos a la Tierra y ayer remitió nuevas fotografías de su entorno, dando inicio a años de intenso trabajo para los científicos, que están seguros de que «llegarán imágenes espectaculares», como señaló a Naiz Irratia Gorka Arana, miembro del IBeA de Investigación e Innovación Analítica, uno de los dos equipos de la UPV-EHU que ha participado en la misión.
Arana fue uno de los científicos que se emocionaron el martes al seguir en directo la llegada de la misión al suelo marciano y el complicado aterrizaje tras los «siete minutos de la muerte» en los que el robot llevó a cabo la maniobra de forma autónoma.
El IBeA ha desarrollado el sistema para calibrar la Supercam, el aparato que estudia el suelo y las rocas de Marte con una cámara, láser y espectómetros, con el fin de asegurar que las mediciones de las muestras que el robot va recogiendo están bien calibradas, explicó Arana, que subraya que requiere «un nivel de exigencia muy alto».
Ahora todos los datos que lleguen serán analizados antes de ser divulgados por los científicos de la NASA, que ayer estudiaban los próximos pasos del rover. Se espera que llegue una cantidad enorme de datos que supondrá un trabajo que se prolongará más allá de los dos años y medio previstos de la misión.
El lunes, el IBeA y el otro grupo de la UPV, el grupo de Ciencias Planetarias, comenzarán a participar en las reuniones con todos los miembros de la misión Mars2020.
El director del IBeA, Juan Manuel Madariaga, recordó que, tras décadas de «pelea», «el proyecto real empieza ahora». La principal misión del robot será buscar indicios de vida pasada y conocer la evolución de un mundo que hace 3.800 años tenía agua líquida, océanos, una temperatura por encima de cero y una atmósfera densa, y que ahora es un yermo gélido sin apenas atmósfera ni campo magnético azotado por tormentas de polvo.
Y para ello el Perseverance va a tratar de recoger muestras de la superficie marciana para que otra misión, en este caso conjunta de la NASA y de la Agencia Espacial Europea, vaya a recoger esos paquetes y los traiga a la Tierra en 2030. También estudiará la atmósfera marciana y recabará información que será vital para las naves tripuladas del futuro.
Un terreno «espectacular y reconocible» donde pudo prender la vida
Vistas las primeras imágenes, el director del IBeA, Juan Manuel Madariaga, señaló que «el terreno es espectacular y, sobre todo, es reconocible para los que hemos tenido la fortuna de trabajar en la preparación de la misión».
Perseverance aterrizó en el cráter Jezero, en el lecho rico en sedimentos arcillosos de un antiguo un lago, donde buscará indicios de vida pasada. «Pensar que allí pudo prender la vida hace 3.800 millones de años, estremece», afirmó Agustín Sánchez-Lavega, director de el grupo de Ciencias Planetarias de la UPV/EHU.GARA

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