Soledad GALIANA
EL BREXIT SACUDE A IRLANDA

Un DUP en caída libre amenaza con arrastrar al norte de Irlanda

Con unas encuestas que le auguran un desplome hasta el cuarto puesto, y en plena crisis de liderazgo, el todavía mayor partido unionista, el DUP, amenaza con hacer colapsar las instituciones norirlandesas. Una patada adelante con grandes riesgos y con la que iintenta cortar la fuga de los sectores más rancios del unionismo para no perder pie.

La amenaza del líder del DUP, Jeffrey Donaldson, de colapsar las instituciones norirlandesas el próximo mes de noviembre si no se introducen cambios significativos en el Protocolo para el norte de Irlanda ha sido recibida por la sociedad irlandesa como lo que es: una estrategia partidista de tintes electorales que ha sido rechazada por la mayoría de los partidos norirlandeses.

La pataleta unionista se produce unos días después de que las encuestas de opinión dibujaran el derrumbe del apoyo al partido unionista, que pasaría a un cuarto lugar en las preferencias de los votantes, con un 13% de la intención de voto, superado por Sinn Féin (25%), SDLP (14%), y los unionistas UUP (16%) y TUV (13%). 

Con esta decision, el DUP se agarra al único clavo ardiendo que le queda en un contexto politico en el que son ignorados por el Gobierno conservador de Londres y descartados por los votantes en el norte de Irlanda: forzar una crisis política. 

Las instituciones creadas por el Acuerdo de Viernes Santo, firmado en 1998, solo pueden funcionar con la participación del mayor partido unionista y del mayor partido nacionalista del norte de Irlanda. Es por ello que solo Sinn Féin y el DUP tienen la capacidad de colapsar unilateralmente el gobierno autonómico norirlandés. Si cualquiera de los dos se retira de las instituciones, estas no pueden funcionar y se forzaría una convocatoria electoral.

Así es como la devolución colapsó en 2017, cuando el entonces viceprimer ministro de Sinn Féin. el finado Martin McGuinness, dimitió en protesta por el incumplimiento unionista de los acuerdos sobre la lengua irlandesa y la oposición a cualquier avance en los derechos del colectivo LGBTQI y la gestión del DUP de un plan de energía verdes. Ese impasse político duró tres años, y la devolución no se restableció hasta enero del 2020.

Con sus declaraciones, Donaldson –quien llegó al liderazgo del partido accidentalmente, tras la dimisión de Arlene Foster y la salida forzada de Edwin Poots– se ha alineado con el sector más tradicionalista del partido, a pesar de que accedió al cargo en parte por sus credenciales progresistas. 

Evidentemente, el líder del DUP da por perdidos los votos del unionismo moderado (ahora en manos del Partido de la Alianza y el UUP) para intentar recuperar a los votantes que se han escapado hacia la línea mas rancia del unionismo, quienes ahora favorecen al TUV.

Sin embargo, muchos consideran que el colapso de las instituciones, que forzaría una elecciones generales en el norte de Irlanda, no seria muy beneficiosa para Donaldson y el DUP, no solo por la ya mencionada caída en las encuestas electorales, si no por el efecto en la opinión pública. 

Si Donaldson decide forzar la salida del partido del Ejecutivo, el DUP mostraría que es él y su obstinada oposición a cualquier avance político —y no Sinn Féin– el culpable de la situación en el norte de Irlanda. 

Ha sido el DUP, con su continuo alineamiento con el Gobierno de Boris Johnson en Londres y su negativa a políticas de cooperación con la República irlandesa, el que ha llevado a los servicios públicos en el norte de Irlanda a su crisis actual, y todo en nombre de un interés puramente partidista.

El norte de Irlanda tiene los peores tiempos de espera en las listas de los hospitales de Reino Unido, con 335.000 personas esperando tratamiento especializado, la mitad desde hace mas de un año. A ello se une el incremento en los contagios provocados por la variante delta del covid-19 entre los menores de 18 años, que han llevado a algunos especialistas de la sanidad publica británica (NHS) a advertir de que el número de muertes se incrementará si no se remedia la situación de colapso en los hospitales norirlandeses.

Quizás la situación hubiera sido distinta si los unionistas no se hubieran opuesto a unificar las medidas de salud publica contra la pandemia con las del sur de la isla, en lugar de basarla en las políticas dictadas desde Londres.

El Protocolo

La excusa del líder del DUP para respaldar su decision de sumir al norte de Irlanda en una nueva crisis es que nuevas barreras económicas al comercio entre Gran Bretaña y el norte de Irlanda están perturbando las vidas y los medios de subsistencia de todos los habitantes del enclave, al tiempo que ponen en peligro la integridad constitucional del Reino Unido, y por ello exige cambios totales al Protocolo. 

Según el Protocolo, el norte de Irlanda permanece en el mercado único de mercancías de la UE y sigue aplicando sus normas aduaneras. Los unionistas se han opuesto con vehemencia a estas condiciones, que prevén controles adicionales de las mercancías que llegan desde Gran Bretaña.

Sin embargo, lo que Donaldson obvia son las oportunidades que el Protocolo ha creado para los negocios norirlandeses, como el hecho de que las exportaciones del norte a la República irlandesa se han incrementado en un 77% desde enero, o el apoyo de las organizaciones norirlandesas de agricultores, industria y negocios a la permanencia en el mercado único.