El traje inteligente para gente inepta

No todas las películas malas son iguales, porque las hay disfrutables y las hay insufribles. La mayoría de las que protagoniza Nicolas Cage suelen pertenecer al primer grupo, y por eso es un actor tan seguido. Es el mercenario del cine por antonomasia, pero a veces se mete en guerras que le superan, por muy kamikaze que sea. Con esto quiero decir que hay directores que intentan aprovecharse de su profesionalidad alimenticia y de su fama demencial, como es el caso del japonés Sion Sono, cuyo enorme ego desplaza al de nuestro marciano favorito. No nos engañemos, lo peor de “Prisioneros de Ghostland” (2021) es que tiene pretensiones cultistas, y por algo se presentó en el Festival de Sundance o en el de Sitges. Quienes la defienden están poseídos por el Maligno, además de sufrir el síndrome del “traje del emperador”.
El horterísimo traje de cuero negro que le enfundan al atribulado Nicolas Cage, al que le cambian de vestuario en las películas más que a una muñeca Barbie, es feo pero inteligente. Y por tal se entiende que lleva incorporados unos explosivos ovoides estratégicamente colocados en puntos vitales de su cuerpo, incluidas sus pelotas. Si no hace lo que el villano de la función le exige, acabarán por estallar, y es que han sido programados para aguantar la presión térmica a lo máximo durante dos o tres días. Como punto de partida argumental promete acción descerebrada, pero lamentablemente no hay ningún guion que desarrollar.
Se supone que es el primer largometraje de Sion Sono rodado en inglés, pero da igual verlo en la versión doblada a cualquier otro idioma, ante la total ineptitud de sus prescindibles diálogos. Todo se fía al exceso visual marca de la casa, pero sin poner el foco en nada. A sus 60 años el autor nipón, en plena regresión infantil, mezcla géneros como el primate dispuesto a emborronar de colores instintivos un lienzo en blanco.

GARA es segundo en Gipuzkoa y NAIZ sigue creciendo con fuerza

«Goonietarrak», 40 urte: bihotzeko ganbaran gordetako altxorra

«Elektronika zuzenean eskaintzeko aukera izango dugu orain»

«Gizarte aldaketa handi bat» eskatu du euskararen komunitateak
