Juan Carlos Abascal, alcalde de Ermua, la localidad más cercana al vertedero ubicado en el barrio de Eitzaga (Zaldibar), indicó ayer que la escombrera nunca se debería haber construido en las faldas de un monte. «Yo soy consciente de que son necesarios vertederos para gestionar residuos, pero en Euskadi hay suelos llanos mucho más adecuados para instalar un vertedero que un monte», comentó.

Tras culminar prácticamente los trabajos de estabilización de la escombrera, que será sellada, Abascal afirmó que los vecinos de las zonas más próximas al vertedero se encuentran ahora «aliviados», en espera de que la sentencia sobre un presunto delito ambiental haga justicia.

Además de la pérdida irreparable de las vidas de los trabajadores Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze y el dolor con el que afrontaron su búsqueda, con la clausura de la escombrera se han quedado atrás los «miedos y angustias» causados por este vertedero, según declaró a Efe el primer edil ermuarra.

Manifestación

Una opinión que no concuerda con la expresada por la plataforma Zaldibar Argitu, que ha convocado para mañana una manifestación que partirá a las 12:00 desde la plaza de Ermua y a la que se ha sumado la mayoría sindical.

En las mediciones que siguieron al derrumbe registrado el 6 de febrero de 2020, el día 14 de ese mes se detectaron en el aire dioxinas en proporciones cuarenta veces superiores a las normales, provocadas por los fuegos desatados en el vertedero gestionado por Verter Recycling. Niveles que después regresaron a la normalidad.