Jon Jausoro Saez de Cámara
KOLABORAZIOA

Energías renovables, debate dirigido y parcial

El debate sobre la necesidad de cambios profundos en nuestra sociedad, y en este caso sobre los modelos energéticos, está encima de las mesas, y efectivamente es necesario ir tomando medidas e ir realizando cambios hacia modelos sostenibles de producción energética, y que lo sean también en las fases de gestión y de comercialización.

Como habitante y vecino de una localidad de la zona rural de Álava me siento acosado, acusado y expoliado a la vista de los continuos mensajes que los altos representantes de las administraciones generales, Gobierno Vasco y Diputación Foral de Álava, están continuamente lanzando en este debate, que repito es necesario y urgente, pero está interesadamente dirigido hacia unos objetivos que desde luego no son los míos.

Me siento acusado por el continuo mensaje de que necesitamos producir energía, que tiene que ser en plantas industriales y ubicadas en zonas rurales, y nos están presentando a los habitantes de estas zonas como opositores y contrarios al abastecimiento de las necesidades de la sociedad e industrias urbanas.

No señoras y señores, los habitantes rurales no estamos en contra de la producción cercana de energías renovables; estamos en contra del modelo de gestión que se propone desde las administraciones y que predica que la producción, comercialización y gestión la hagan grandes grupos empresariales, a costa de explotar y hacer uso de los terrenos y recursos de determinadas concejos y zonas rurales.

Me siento acosado porque desde las instituciones se prima y prioriza ese modelo de producción industrial, perdiendo la oportunidad de favorecer proyectos más locales, más pequeños, menos impactantes, y probablemente mucho más sostenibles a medio-largo plazo, y así se siguen cerrando puertas al futuro de los pueblos, a pesar de llenarse la boca con mensajes de equilibrio territorial.

Y me siento expoliado porque esos grandes proyectos industriales intensivos pivotan sobre la ocupación de terrenos comunales de los diferentes concejos alaveses.

Señoras y señores políticos, acostumbrados a gestionar lo de los demás (muchas veces sin conocerlo), y señoras y señores de la sociedad urbana, tienen que saber que Álava tiene hoy unas comarcas y unos montes con unos valores medioambientales y unos estados de conservación más que aceptables y dignos de disfrutar, porque su gestión y manejo, como comunales que son en su mayoría, se han hecho con el aprovechamiento por las vecinas y vecinos de esos concejos con criterios de que los usamos y disfrutamos hoy, pero teniendo en cuenta que son para uso y disfrute de los que vendrán por detrás.

«Exigirnos» que cedamos nuestros terrenos comunales a empresas particulares para su explotación industrial, y sin ninguna vinculación para el uso y disfrute de los vecinos de los concejos propietarios va directamente en contra de la filosofía, espíritu y letra de la norma foral de montes y de numerosas ordenanzas concejiles.

Señoras y señores políticos, en Álava, y en su zona rural, sí queremos avanzar en el cambio de modelo energético, pero el debate tiene que ser más abierto, empático y menos condicionado por intereses externos.

Energías renovables sí, pero no así.