El 14 de mayo de 1948, Ben-Gurión proclamaba la independencia de Israel, dando comienzo al Nakba (la Catástrofe), o lo que es lo mismo, al calculado genocidio del pueblo palestino que ha dejado en las cunetas de la Historia cientos de miles de muertos y refugiados. Esta iniquidad humana y política está sucediendo, desde hace 74 años, ante la cómplice pasividad de la comunidad internacional, la misma que hoy se rasga las vestiduras democráticas ante la guerra de Ucrania y Rusia. Es cierto que el asesinato de la periodista Shireen Abu Akleh ha indignado a la profesión periodística, pero, tristemente, hay que mirarlo como uno más de los crímenes que el Ejército sionista comete cada día en la Palestina ocupada. La notoriedad de Shireen solo ha roto el silencio mediático y la investigación que se reclama se quedará, como todas las que comprometen a Israel, en los archivos de lo que nunca pasó. Ya que mayo es un mes marcado por la vida y la muerte de poetas como Dalton o Benedetti, en este día tan señalado para la historia de Europa y Palestina, quiero recordar unos versos de Tawfiq Zayyad, en los que se puede sentir como un grito el porqué de los 74 años de lucha del pueblo palestino. Zayyad creador de la poesía de resistencia, comunista y líder de la primera Intifada Nacional escribió: «Con los dientes./ Defenderé cada palmo de mi patria/ con los dientes».