Joseba ITURRIA
CICLISMO AMATEUR

Haimar Etxeberria, un debutante que aprovecha las oportunidades que tiene

El irundarra subió el lunes en Amurrio a su tercer podio de la temporada tras un buen inicio, con un cuarto puesto en su primera carrera sub-23 en Essor Basque, y un buen verano tras superar unos problemas físicos. No tiene prisa para pasar a profesionales.

Haimar Etxeberria, en el podio de Amurrio tras lograr el tercer puesto.
Haimar Etxeberria, en el podio de Amurrio tras lograr el tercer puesto. (Oskar MATXIN FOKU)

Haimar Etxeberria (Irun, 2003) logró el lunes en Amurrio su tercer podio sub-23 en una demostración de su rápida adaptación a la categoría. Tras seis victorias en su segundo año cadete y diez en lo poco que la pandemia le permitió disputar como junior, ya fue cuarto en su primera carrera sub-23 con 18 años en Essor Basque ganada con 37 por un exprofesional que fue líder del Tour como Romain Feillu.

«No me lo imaginaba ni en mis mejores sueños. Empecé la carrera y me veía bien, cada vez quedaba menos gente, les preguntaba a los demás cómo iban y me decían que tocados. Me sentía bien, pero no pensaba ni llegar en el primer grupo en una prueba del nivel de Essor Basque, menos hacer cuarto. Y me pasó el tercero en la línea. Fue increíble», recuerda.

Acostumbra a comenzar las temporadas bien. En su primer año junior pese a romperse la clavícula ganó dos de las tres carreras antes de la pandemia y el segundo fue mejor. En todas las pruebas vascas menos tres acabó entre los siete primeros y logró tres Top 10 en la Copa del Mundo: «Tampoco me presiono en invierno. Empiezo relajado, sin esperar nada y esa es la clave. Hay gente que empieza con presión y se bloquea. Yo voy con tranquilidad a entrenarme y competir y no me cuesta mucho».

Así fue segundo en Zumaia y sexto en Laukiz en sus dos primeras carreras en el calendario de la Vasca mientras disputaba la Copa de España, donde fue sexto en Ontur. Fue una de las razones que le llevó a decantarse por el Caja Rural.

CONTENTO

Recuerda que «al hablar con ellos me gustó la filosofía, me iban a dar oportunidades y el calendario era el que más se adecuaba a mí por la confianza que me transmitieron desde el primer día. Me gustó ir a las pruebas de la Copa de España porque me van bien. A un corredor de primer año darle tantas oportunidades en carreras como Torredonjimeno o Guerrita es difícil. El equipo se portó perfecto. Estoy muy contento».

Añade que «el primer año es muy complicado, he notado el cambio, pero trabajo para lograr los objetivos y todo va sobre ruedas. Ahora tengo un muy buen estado de forma y a ver si logro una victoria. Es lo que falta. He tenido la suerte de aprovechar las oportunidades que me han dado. Para ser debutante no me puedo quejar. Caja Rural tiene gente muy buena de tercer y cuarto año, como Abel o Mulu, que están un punto por encima. El año próximo tendré más libertad».

Ha sido segundo en el Gervais contrarreloj, campeón guipuzcoano sub-23, cuarto en Oiartzun y tercero en Amurrio. El irundarra ha recuperado su buen nivel del inicio tras superar una caída en el Valenciaga: «Me salió un bulto de sangre increíble. Tenía una hemorragia y en las analíticas se vio una anemia. El cuerpo con tanto antibiótico no regeneraba. Estuve dos semanas casi sin tocar la bici y me costó volver a competir». Quiso correr en Bidasoa «porque era la de casa sin estar en condiciones, por cabezonería, con la muñeca fisurada. Salió mejor de lo que pensaba. Disfruté mucho de los puertos en los que me entreno, tuvo recompensa».

También los subió en Oiartzun: «Hubo una caída grande y al quedarnos parados media hora por falta de ambulancias me perjudicó. Empecé con buenas sensaciones y al arrancar estaba frío, no me sentía nada bien y me dio un tirón en el primer repecho. No pensaba llegar en el primer grupo, no tenía idea de disputar y fui cuarto sin colocarme bien».

LA VICTORIA, CERCA

El lunes vio más cerca la victoria: «En la primera parte de la carrera no me sentía bien, pero al final la gente se estaba quedando, apreté y nos quedamos cinco. Era el escenario soñado, pero no sé si me faltó experiencia o los nervios. Me veía tan cerca que cometí un error que lo pagué, pero contento de ser tercero. El ganador, Berasategi, sube a profesionales...».

En lo que queda de temporada piensa disputar una o dos vueltas. A pesar de su buen año no se plantea que el próximo puede ganarse el paso al equipo profesional: «No pienso en eso. El año pasado cuando estuve con los mejores en la Copa del Mundo también me decían para ir a un continental profesional directo. Y no. Estoy andando mucho, pero no tengo nivel para correr en profesionales. La gente lo ve muy fácil, pero hay muchas cosas más, no solo dar pedales. Hay mucha gente que me dice ahora que si hago en 2023 un buen año puedo pasar, pero es una presión que te puedes meter y, en vez de ayudarte, te va a perjudicar. Voy a seguir igual, entrenándome y disfrutando. Hay que ir cubriendo etapas sin precipitarte. Hay que dar el salto cuando puedas mantenerte, no para estar pendiente de un hilo».