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Sánchez, Macron y Costa anuncian un nuevo ducto Barcelona-Marsella

Los presidentes luso, español y francés anunciaron ayer en Bruselas un «acuerdo político» para dejar de lado el proyecto de gasoducto MidCat, que París rechazaba de plano, para impulsar un nuevo «corredor de energía» para interconectar la península ibérica con el resto de la UE a través de un ducto que una Barcelona con Marsella.

Sánchez, Macron y Costas posan antes de su reunión conjunta en Bruselas.
Sánchez, Macron y Costas posan antes de su reunión conjunta en Bruselas. (Ludovic MARIN | AFP)

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció ayer un acuerdo con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el portugués, Antonio Costa, para dejar de lado el proyecto de gasoducto MidCat y desarrollar un «nuevo corredor de energía» para interconectar la península ibérica con el resto de la Unión Europea a través de un ducto que una Barcelona con Marsella.

Sánchez, Costa y Macron volverán a verse en Alicante el 9 de diciembre en la cumbre de líderes del sur de Europa (Med9), en cuyos márgenes esperan cerrar los detalles en cuanto a los «plazos para la inversión, el reparto de costes y el volumen de recursos económicos» necesarios, según anunció el presidente español en declaraciones a la prensa también en Bruselas.

La nueva tubería marítima entre Barcelona y Marsella está llamada a transportar hidrógeno verde y otras energías renovables, pero el objetivo sustancial es aliviar la fuerte dependencia energética europea del gas natural ruso, y, por tanto, ayer avanzaron que a su vez servirá como conducto para el flujo de gas durante un «periodo de transición».

En concreto, el comunicado conjunto publicado tras el pacto bautizaba el nuevo proyecto como BarMar y aclaraba que será una infraestructura para hidrógeno que deberá estar «técnicamente adaptada» para transportar otros gases renovables y «una proporción limitada de gas natural como fuente de energía temporal y transitoria». De hecho, y según Sánchez, se trata de un proyecto con «proximación dual» porque, además de interconectar esas fuentes de energía, «impulsará las interconexiones eléctricas».

En este sentido, la declaración trilateral expresa el compromiso por «acelerar los esfuerzos para finalizar la nueva conexión eléctrica» a través del Golfo de Bizkaia y el consenso para «identificar, evaluar e implementar nuevos proyectos de interconexión» eléctrica entre los Estados francés y español.

El acuerdo entre Sánchez, Macron y Costas entierra definitivamente el MidCat, el proyecto de gasoducto entre Catalunya y la región gala de Midi que la UE parecía decidida a rescatar del fondo del armario después de quedar paralizado en 2019 tras el dictamen en contra de los reguladores español y francés por su elevado coste. Apoyado por Madrid y Berlín, el proyecto ha sido descartado tras las constantes negativas de Emmanuel Macron.

«Hemos logrado un acuerdo político que supone el abandono del histórico MidCat, un proyecto gasístico a través de los Pirineos, para favorecer un proyecto en el que trabajaremos las próximas semanas de manera muy intensa para sacar del aislamiento a la península ibérica», afirmó ayer el presidente francés.

Así las cosas, las dos únicas interconexiones entre la península y el resto de Europa que están en funcionamiento se realizan a través de Euskal Herria: el gasoducto Euskadour, que conecta la planta de regasificación de Zierbena con un depósito ubicado en la localidad aquitana de Lussagnet atravesando el Bidasoa por Irun, y la tubería Calahorra-Larrau, que cruza el Pirineo navarro a más de 2.000 metros de altura para alcanzar la localidad bearnesa de Lacq.

Tratan de persuadir a Berlín para poner un tope al gas

Los líderes de la Unión Europea (UE) iniciaron ayer la cumbre en la que intentarán convencer a los países más reacios a intervenir el mercado, principalmente Alemania y Países Bajos, para que acepten imponer un tope al precio del gas para abaratar la factura eléctrica de hogares y empresas. Los jefes de Estado y de Gobierno tienen sobre la mesa las ideas desveladas recientemente por la Comisión Europea, que pasan, entre otras, por activar el sistema de compras conjuntas, un sistema de solidaridad en casos de emergencia y un tope «dinámico» al precio del gas que siguen sin convencer a capitales como Berlín y La Haya.

Por otro lado, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció que el Estado español y Portugal van a trabajar ahora en un «segundo pilar» de la solución ibérica, que pasa por el almacenamiento conjunto de electricidad en la península.GARA