Raimundo FITERO
DE REOJO

Los avatares locos

Un aniversario de una guerra que se ha convertido en una plataforma ideológica es siempre motivo para el despliegue, las exageraciones y, hasta si se tiene un poco de conmiseración, para entender que hay seres humanos que hace un año vieron interrumpida su vida, su futuro, sus esperanzas y sus planificaciones desde lo más menudo hasta lo de mayor proyección. Una actitud neutra, que no neutral, es mirar, escuchar, analizar gestualidades y sacar conclusiones provisionales propias que se pueden contar al gato o al compañero de partido de mus. Lo cierto es que hay demasiadas voces engrasadas de resentimiento, odio y desesperanza. Me temo que hay demasiados intereses económicos, políticos y hegemónicos.

Veamos esas noticias que nos dejan apuntes para entender lo imposible que es entender el mundo en el que nos colocan los medios de comunicación. Se denuncian unos periodistas que dicen ser chavistas, pero que además son avatares. Es decir, Maduro, sus avatares y la IA, contra el Imperio. Me he crecido. A la vez se nos informa de que se ha descubierto una, repito, una vaca loca en Brasil que ha provocado el cierre de la exportación de carne a China. Me dejo ir: ¿no será un avatar loco?

No sé si existe alguna relación, pero se advierte de que un joven chino de diecinueve ha sido diagnosticado de Alzheimer. Buscan explicaciones, miran en la literatura médica sobre el asunto, se crea una corriente de inquietud global. Parece que es el paciente más joven afectado por este proceso neurodegenerativo. Necesito una dosis mayor de inteligencia emocional.