Los inversores se llevaron ayer una sorpresa con el dato del IPC de Estados Unidos. En enero, la subida interanual llegó al 3,1%, tres décimas por debajo del dato del mes anterior, pero dos décimas por encima de lo esperado por los mercados. Además, la tasa subyacente se resistió a bajar del 3,9%, cuando se anticipaba la reducción de una décima.

La respuesta de las bolsas fue inmediata, con caídas generalizadas a ambos lados del Atlántico al ver cómo se esfumaba la posibilidad de acercar el primer movimiento a la baja de los tipos de interés. La Fed, por tanto, refuerza su posición pertinaz de no dar el giro en la política monetaria a la espera de que la inflación se encamine con seguridad hacia el objetivo del 2% y pueda mantenerse estable en ese nivel.

El Ibex, después de tocar los 10.000 puntos, se fue hacia el terreno negativo para terminar en los 9.925,40 puntos, un 0,59% por debajo del comienzo de sesión.

En el apartado de pérdidas, las mayores penalizaciones fueron para ArcelorMittal (-4,32%), Cellnex (-3,33%), Acciona Energía (-2,89%) y Colonial (-2,59%). En el lado de los ganadores, despuntaron Sabadell (+3,06%), Caixabank (+2,68%) y Bankinter (+1,33%).

Todas las bolsas europeas se vieron arrastradas por el dato del IPC estadounidense. Fráncfort retrocedió un 0,92%, París, un 0,84%, Milán, un 1,02%, y Londres, un 0,81%. El golpe bajista también alcanzó desde la apertura a Wall Street. A la hora del cierre en Europa, el Dow Jones y el Nasdaq 100 recortaban en más de un 1% sus cotizaciones.