PELLO GUERRA-BEÑAT ZALDUA

El Txupinazo convirtió el agua el vino

Un año más, y ya van varios, el Txupinazo llegó para ahuyentar negros augurios meteorológicos e instalar en Iruñea una pequeña eternidad de nueve días. A la tarde hasta salió el sol, en honor de algún majara. El Txupinazo corrió a cargo de tres integrantes de Duguna, que prendieron la mecha ante una plaza consistorial abarrotada, con más razón al caer el día 6 en fin de semana.

El Txupinazo dio paso a un estallido de euforia en la plaza del Ayuntamiento.
El Txupinazo dio paso a un estallido de euforia en la plaza del Ayuntamiento. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

Ya está, el pequeño milagro anual pamplonés ya está en marcha. La eternidad de nueve días se ha instalado en la capital. Queda oficialmente abolido el tiempo hasta el 15 de julio. Las predicciones meteorológicas no pudieron, tampoco este año, con el Txupinazo, que fue de nuevo capaz de convertir el agua en vino. Ahí es nada. Ya está tardando la canonización.

El lanzamiento del cohete corrió a cargo del director de Duguna, Aritz Ibañez Lusarreta; el presidente de la sociedad, Ángel Arana Seguín; y la dantzari Itxaso Martínez de la Pera Barrachina, aunque lo hicieron en representación de un amplio colectivo, ya que a lo largo de la historia del grupo hasta 10.000 dantzaris han pasado por esta formación, que cumple 75 años.

Ibañez y Martínez de la Pera lanzaron a dos voces el grito de rigor antes de prender la mecha: «Pamplonesas, pamploneses, ¡Viva San Fermín! Iruindarrak, Gora San Fermín!», mientras que Arana fue quien finalmente prendió la mecha del cohete.

Unos metros más abajo, la pancarta de «Etxera» no faltó a la cita para recordar a los ausentes, igual que la bandera de Nafarroa y una gran enseña palestina, además de varias ikurriñas diseminadas por diversos puntos de la plaza. Una de ellas, de mayor tamaño, lucía el lema «Gora herriak».

A continuación llegó uno de los momentos que está cogiendo más fuerza en las fiestas, la salida de los gaiteros, hasta el punto de que es la imagen del cartel de las fiestas de este año, obra del donostiarra Angel Blanco.

«LOS SANFERMINES DE LA CONVIVENCIA»

Tras el lanzamiento, el alcalde de Iruñea, Joseba Asiron, destacó que «estos tienen que ser los sanfermines de la convivencia».

«Ese es el objetivo y eso es lo que de verdad necesita esta ciudad para tener, entonces sí, las mejores fiestas del mundo, unas fiestas donde todo el mundo, todas las personas, nos sintamos seguras, que del primero al último día nos sintamos libres y nos sintamos sin miedo independientemente de la hora del día o de la noche», señaló Asiron en declaraciones a los medios.

«Lo que son las cosas, me he pegado media vida en la plaza sintiendo envidia de los que estaban en el balcón y ahora que estoy en el balcón me dan envidia los que están en la calle», añadió Asiron en tono más distendido.

Y LLOVIÓ ANTES DEL COHETE

Horas antes, la jornada arrancó en Iruñea lloviendo, después de la potente tormenta que cayó la tarde-noche anterior. Posteriormente cesó, pero los nubarrones permanecieron en el cielo, como una amenaza velada de cara al Txupinazo, hasta que hacia las 10.00 horas descargó la lluvia durante unos quince minutos. La otoñal situación meteorológica se apreciaba en la forma de vestir de los iruindarras, ataviados del imprescindible blanco y rojo, pero portando la fundamental cha- quetica o el blusón, que la posibilidad de lluvia resultaba especialmente patente.

En el reguero de personas que iban a accediendo a Alde Zaharra aparecían los habituales vendedores de todo tipo de cachivaches, que durante estos días harán las delicias del personal, encumbrando a alguno de ellos como el elemento de los sanfermines.

Pero en esas horas previas, la gente no estaba todavía para compras. La emoción de los instantes previos al cohete era el sentimiento reinante entre esas cuadrillas que se iban reuniendo ante la mesa del almuerzo para afrontar con fuerzas el arranque de fiestas.

Saludos efusivos, abrazos y hasta gritos para aflojar la tensión presidían esos encuentros de personas nerviosas que llevaban atado a la muñeca el pañuelo rojo. Pero había que centrarse. Pablo comentaba sonriente que esperaba que «las magras con tomate no terminen aguadas». Por si acaso, se afanaba a la tarea para que algo así no sucediera.

A escasa distancia, una cuadrilla de “cincuentañeros” aguardaba el momento de entrar a almorzar con más calma. Eso de los nervios previos al cohete, según Héctor, es «para los jóvenes, nosotros mantenemos la calma».

Su colega Koldo expresaba un deseo generalizado en las calles de la ciudad: «A ver si no llueve más», mientras Mikel expresaba «unas ganas terribles mientras esperamos el almuerzo». David aseguraba sin ambages que «ya hemos hecho hambre y en cuanto sean las doce a beber». Y Fraesku se decantaba por un prudente silencio, ya que, entre risas, afirmaba que «no digo nada, porque lo que pueda decir puede ir en mi contra».

En esos momentos previos, ya se iba notando una afluencia masiva de personas en el Txupinazo probablemente causada por la circunstancia de tocar el evento inicial en sábado. Esa aglomeración se hacía patente dos horas antes en las inmediaciones de Pozo Blanco, donde un control de la Policía Municipal controlaba el acceso a la Plaza Consistorial.

Si la emblemática plaza ya estaba a reventar, lo mismo se podía decir de la plaza del Castillo, donde se congregaron miles de personas para disfrutar con algo más de espacio el comienzo de las fiestas.

EL TXUPINAZO EN 37 MUPIS

Todas estas imágenes componían un paisaje habitual en Iruñea un 6 de julio, jornada que ha tenido como novedad este año que, además de las habituales retransmisiones en directo de varias cadenas de televisión, la retransmisión oficial se ha podido seguir en directo desde las pantallas digitales que el Ayuntamiento tiene distribuidas por todos los barrios de la ciudad, y en las que habitualmente se pueden visualizar diversos contenidos municipales.

En total, el arranque de las fiestas se pudo seguir en 37 dispositivos (mupis), que a falta de unos minutos para las doce del mediodía ofrecieron la imagen de la Plaza Consistorial y del balcón del Ayuntamiento. A partir del momento del Txupinazo, y con los sanfermines 2024 ya en marcha, todos estos dispositivos van a ir ofreciendo a lo largo de los días información práctica referida a las fiestas.