Arnaitz GORRITI
BALONCESTO

Laso: «El recibimiento es magnífico, pero supone una gran responsabilidad»

El técnico gasteiztarra se mostraba complacido por cómo ha respondido la afición de Saski Baskonia a su regreso. También definía a este nuevo Baskonia como un «trasatlántico» respecto de lo que era cuando debutó, y valoró el físico de su remozado plantel.

Pablo Laso dirigiendo el entrenamiento con público del jueves.
Pablo Laso dirigiendo el entrenamiento con público del jueves. (Endika PORTILLO | FOKU)

El nuevo entrenador de Saski Baskonia, Pablo Laso, está siendo una de las grandes atracciones y, sin duda, el banderín de enganche con la afición en el arranque de esta pretemporada. No es nada habitual que 4.000 espectadores presencien un entrenamiento como sucediera el jueves en el Buesa Arena, en buena medida para ver al hijo pródigo, que después de 29 años lejos de casa -con una leve incursión en la pretemporada del curso 2002/03, en sus últimos coletazos como jugador, a las órdenes de Dusko Ivanovic- regresaba a casa después de haber triunfado por todo lo alto en el ejercicio de entrenador en un banquillo de la responsabilidad del Real Madrid.

A cuenta de una respuesta tan positiva, el propio Pablo Laso realizaba ayer unas declaraciones a la web de Saski Baskonia, donde reconocía que el recibimiento tras su regreso a Gasteiz «ha sido magnífico», pero mostrándose al mismo tiempo consciente de que eso «conlleva una gran responsabilidad».

«Sí, por motivos laborales he estado fuera, pero esta es mi casa», apuntaba con una sonrisa y con la ilusión de volver donde todo empezó para él, habida cuenta de que su primera incursión en el baloncesto de élite, de la mano de Xabier Añua, fue cuando Pablo Laso -a la sazón, ‘Pablito’- solo contaba con 16 años. Es por eso que el técnico gasteiztarra prefería no obviar los recuerdos que afloraron al regresar al equipo de su ciudad, donde comenzó a jugar al baloncesto.

«Han sido muchos días de entrenamientos, partidos, de victorias, de derrotas, de levantarte, seguir entrenando y seguir mejorando», expresaba el nuevo preparador de Saski Baskonia.

«Es un orgullo que la gente te quiera, significa que la gente ha seguido tu trayectoria, te valora y están encantados de que estés aquí», expresaba con una sonrisa, en una conversación muy cercana con su nuevo club.

«Compite en todas las competiciones, ha ganado campeonatos, ha crecido. Hemos visto a los mejores jugadores pasar por aquí. Gasteiz se puede sentir muy orgulloso de sus equipos y del grupo que los lidera», añadía sobre la directiva que lo ha convencido para incorporarse al Baskonia.

RECONOCER AL EQUIPO

Pero no en vano han pasado 40 años y este «trasatlántico» es lo que debe gobernar el entrenador gasteiztarra. Para empezar, Pablo Laso subrayaba un primer objetivo respecto del proyecto actual. «Cuando el aficionado vaya al Buesa Arena vea y reconozca a su equipo».

Laso avanzaba que su plantilla «va a pelear hasta el último momento», lo que provocará que «todos se sientan identificados, se sientan orgullosos y que nadie dude» de ellos. «Quiero que el aficionado cuando venga aquí salga diciendo: ‘este es mi Baskonia’» destacaba, convencido del trabajo que viene por delante.

«Vamos a intentar cada día ser un poco mejores para que la gente se sienta orgullosa», manifestaba, teniendo en cuenta siempre al aficionado.

El técnico gasteiztarra también analizaba las características de su equipo a grandes rasgos -sin olvidar que podría disponer de algún jugador más para cerrar la plantilla, aunque partir con la base de 13 jugadores de primera plantilla es ya un hito un Saski Baskonia acostumbrado a montar y desmontar piezas sobre la marcha.

Para empezar, consideraba que «es un equipo físicamente bueno y con una capacidad atlética buena. Somos un equipo muy atractivo que físicamente está muy bien y eso tiene que ser nuestra fuerza, saber que vamos a estar preparados para competir durante todo el año y casi 80 partidos», indicó, sabedor de la exigencia de la doble competición va a exigir muchísimo en lo físico a sus jugadores, así en la Liga ACB como en la Euroliga.

«Tenemos un equipo joven con ganas de demostrar lo que pueden hacer y esto empuja mucho al equipo y a los propios compañeros», explicó sobre la confección de un equipo con jugadores «dispuestos a ayudar». Por el momento, su impresión era «muy positiva», pero sabe que «queda mucho trabajo por delante».

Para cerrar la profunda charla, Pablo Laso visualizaba el día 3 de octubre cuando entre por primera vez de forma oficial como entrenador de Baskonia al Buesa Arena. «Para mí y la gente que me conoce y me ha visto jugar va a ser un día emocionante, pero cuando empiece el partido: yo estoy al partido», indicó.