La respuesta de Irán llega con decenas de misiles balísticos sobre Israel
La Guardia Revolucionaria iraní respondió con decenas de misiles balísticos, que llegaron a Tel Aviv y otras zonas de Israel, a las muertes de Ismail Haniyeh y de Hassan Nasrallah y a los últimos ataques contra Líbano, donde el Ejército israelí afirma haber iniciado la invasión. Israel y EEUU no tardaron en amenazar con una réplica que tendrá «consecuencias graves».

Irán respondió con decenas de misiles a los últimos y duros golpes contra Hamas y Hizbulah en Teherán y Beirut. Si Benjamin Netanyahu buscaba prolongar la guerra y extenderla por todo Oriente Medio, finalmente el régimen iraní lanzó una respuesta de envergadura con el lanzamiento de decenas de proyectiles sobre Tel Aviv y otras zonas, con consecuencias impredecibles.
La Guardia Revolucionaria de Irán asumió el ataque en represalia por la muerte del líder de Hamas, Ismail Haniyeh, en el bombardeo israelí contra Teherán, y del secretario general de Hizbulah, Hassan Nasrallah y de Abbas Nilforoushan, un alto comandante de la Fuerza Quds, en el bombardeo del viernes en Beirut.
«Si Israel responde, los golpearemos de forma aplastante», advirtió.
Pero el portavoz militar israelí, Daniel Hagari, avanzó esa respuesta casi inmediatamente, señalando que tomarán represalias «de manera oportuna, en el lugar y momento que decidamos».
Los sistemas de defensa antimisiles israelíes no lograron interceptar todos los proyectiles, que según algunas fuentes fueron centenares, y muchos de ellos alcanzaron Tel Aviv e incluso una explotación de gas frente a la costa de Ashkelon. Entre los objetivos, también estuvo la base aérea de Nevatim, en el desierto del Neguev.
Las autoridades cerraron el espacio aéreo e instaron a los ciudadanos a que se dirigieran a los refugios.
Por su parte, la misión en Naciones Unidas de Irán indicó que el lanzamiento de misiles es una respuesta «legal, racional y legítima» a «los actos terroristas del régimen sionista», que incluyeron «ataques contra ciudadanos e intereses iraníes», así como «violaciones a la soberanía nacional de Irán». Igualmente, la Guardia Revolucionaria señaló que basó su ataque en la Carta de Naciones Unidas sobre autodefensa y que continuará si Israel trata de responder, acusando a Estados Unidos de apoyar los crímenes sionistas.
Precisamente, EEUU había advertido del ataque unos minutos antes, asegurando que «apoya activamente los preparativos de defensa de Israel y que «un ataque militar directo de Irán contra Israel tendría graves consecuencias» para la República Islámica.
EEUU PROMETE CONSECUENCIAS GRAVES
La Casa Blanca reiteró esta amenaza tras el ataque. Su asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, aseguró que «habrá consecuencias graves y trabajaremos con Israel para que así sea».
El presidente, Joe Biden, ordenó a sus fuerzas en Oriente Medio, reforzadas en los últimos días, derribar los misiles iraníes y la Casa Blanca confirmó que varios de sus destructores participaron en esta operación. Tanto Biden como la vicepresidenta, Kamala Harris, siguieron la situación desde la Situation Room, el lugar desde el que se monitorizan acciones y momentos de crisis.
Añadió que el ataque fue «derrotado» e «ineficaz», pero lo consideró «una escalada significativa», aunque dijo que no se registraron muertos ni daños a armamento militar estratégico.
En cambio, la Guardia Revolucionaria iraní afirmó que atacó objetivos militares y que el 90% de los proyectiles alcanzaron sus blancos.
También el Ejército de Jordania participó en la interceptación de misiles y drones en el espacio aéreo jordano.
El aeropuerto de Teherán suspendió todos sus vuelos y Jordania, Líbano e Irak cerraron temporalmente su espacio aéreo.
Este es el primer ataque de Irán contra Israel desde abril, cuando lanzó misiles y drones contra bases aéreas israelíes como respuesta a la muerte de siete miembros de la Guardia Revolucionaria en el consulado iraní de Damasco. En aquellan ocasión no provocó importantes daños e Irán se encargó de minimizarlos avisando con antelación.
En esta ocasión, ha lanzado un porcentaje mayor de misiles balísticos, con mayor probabilidad de éxito, que pueden sortear el sistema Cúpula de Hierro, pero para los que Israel dispone de los sistemas Flecha y Honda de David.
Israel calculó que unos 180 proyectiles llegaron a su espacio aéreo aunque algunas fuentes señalaron que Irán lanzó entre 200 y 400.
RESPUESTA MAYOR
Aunque el nivel de la respuesta iraní ha sido mayor que en abril, también parece haber querido evitar un ataque más contundente que escale hacia una guerra abierta, aunque la respuesta israelí hace temer ahora cualquier escenario. Hasta ahora, con cada paso Israel ha buscado elevar insistentemente la confrontación con Irán.
El propio Netanyahu no dejó de aludir a Teherán en su discurso en la ONU minutos antes de ordenar la muerte de Nasrallah, y el lunes insistió en que las operaciones militares de los últimos meses en Gaza o en Líbano son contra «el eje del mal de Irán».
«La victoria es de los partidarios de lo justo. #Iran #Haniyeh #Nasrallah», afirmó el líder supremo iraní, Ali Jamenei en la red social X. Acompañó otra frase, «Victoria de Dios y una conquista cercana», con una imagen de misiles despegando.
Irán, en una profunda crisis, no está en la mejor situación para mantener una guerra abierta con un Israel apoyado fuertemente por EEUU y la UE, y cuyo primer ministro busca salvarse políticamente incluso a costa del incendio de la región.
INVASIÓN
La respuesta iraní llegó tras una semana de ataques israelíes que dejaron cientos de muertos en Líbano -incluida la dirección de Hizbulah- y de una nueva invasión que Israel calificó como «localizada y de escala muy limitada».
Aunque el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, también habló de «incursiones selectivas en la zona fronteriza del sur de Líbano», no quedó claro el alcance, en tanto que la Fuerza Provisional de la ONU en Líbano, desplegada en la frontera con Israel, aseguró que no había detectado ninguna incursión israelí.
También el Ejército libanés y Hizbulah negaron tal incursión y el movimiento chií aseguró que no había tenido lugar ningún «enfrentamiento directo».
En cambio, el Ejército de Israel se refirió a «intensos combates» con Hizbulah y reclamó a la población civil que no se mueva en vehículo hacia la zona situada al sur del río Litani debido a las hostilidades.
Su portavoz, Daniel Hagari, aseguró que estas incursiones «selectivas» no han comenzado ahora, sino que han llevado a cabo «docenas desde el 7 de octubre. Para justificar la entrada en el territorio de otro Estado sostuvo que Hizbulah pretendía llevar a cabo un ataque similar al de los palestinos hace un año.
Añadió que durante estas infiltraciones en el país vecino, las tropas destruyeron túneles, almacenes de armas y áreas de reunión para planear operaciones, además de recoger «información de Inteligencia valiosa»
El Ejército israelí también ordenó a los residentes de 27 ciudades del sur de Líbano que evacuaran inmediatamente sus hogares y se dirigieran al norte mientras preparaba esta operación.
Israel se retiró de Líbano en 2000 después de 22 años de ocupación, pero volvió a invadir el país en 2006.
Además de estas operaciones terrestres, Israel siguió bombardeando Beirut, concretamente un área cercana a un hospital al sur de la capital, además de zonas del sur de Líbano.
Por su parte, Hizbulah lanzó cohetes hacia la base aérea de Sde Dov, cerca de Tel Aviv, Metula y Avivim. También atacó con artillería a las tropas israelíes. Señaló que entre sus objetivos estaba la sede del Mossad y una instalación de los servicios de Inteligencia en la base de Gillot, en el centro de Israel, y que lo hizo «en memoria» del Hassan Nasrallah.
Líbano se enfrenta a «una de las fases más peligrosas de su historia», alertó su primer ministro, Najib Mikati.
Pesadilla interminable en Gaza
Aunque Israel está endureciendo su ofensiva contra Líbano no deja de atacar la devastada Gaza. En las últimas horas mató al menos a otros 23 palestinos e hirió a más de 100. Ayer bombardeó la escuela Shujaiya, perteneciente a la ONU, que acogía a desplazados en ciudad de Gaza, donde mató a siete personas.
Es el segundo bombardeo contra una escuela en Gaza en las últimas 24 horas, después de que el lunes matara a dos personas en el centro Abu Yafar al-Mansur, en Beit Lahia. La aviación israelí también lanzó bombas contra viviendas en el barrio de Zeitun, en ciudad de Gaza y en el campo de refugiados de Nuseirat, donde dejó otros doce civiles muertos, entre ellos tres mujeres y siete niños.
El jefe de la agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, Philippe Lazzarini, tildó de «pesadilla interminable» la ofensiva israelí contra la Franja que está a punto de durar ya un año, donde la población se enfrenta a diario a enfermedades, muertes o hambre. Asimismo, enfatizó que al menos unos 620.000 niños viven en medio de los escombros y gravemente traumatizados.
Por su parte, el Ejército israelí señaló que sus soldados dispararon contra docenas de personas que identificaron como «una amenaza» que se dirigía hacia una posición militar. GARA

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