Lakua frena el proyecto de parque eólico de Piaspe y Statkfraft lo asume
Frenazo al proyecto de parque eólico de Piaspe por parte del Gobierno de Lakua, que no ha concedido la necesaria declaración de impacto ambiental al plan de la noruega Statkraft. Los colectivos que lo han criticado lo consideran lógico y muestran su satisfacción. La empresa asume el dictamen.

El parque eólico que la empresa Statkraft pensaba construir en Piaspe -entre Azpeitia, Zestoa y Errezil- no ha recibido el visto bueno del Departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno de Lakua, que ha denegado al proyecto la necesaria declaración de impacto ambiental (DIA), según avanzó el Ayuntamiento de Azpeitia en su página web.
La negativa de Lakua se basa en los efectos negativos que los molinos y las infraestructuras para el transporte de la energía tendrían en un entorno considerado especialmente sensible medioambientalmente, ya que es una zona de reproducción de aves protegida por red Natura 2.000. El proyecto preveía instalar cinco molinos, tres en el término de Azpeitia, otro en el de Errezil y otro en el de Zestoa. Concretamente, en la zona cercana al lugar en el que estaba previsto colocar los molinos nidifican buitres y milanos.
A comienzos de agosto, la Diputación de Gipuzkoa declaró de «interés público» la instalación de un medidor de viento en el término de Azpeitia, dentro del proyecto de Piaspe. La decisión de Lakua deja sin efecto esta declaración.
VALORACIÓN POSITIVA DE LOS AYUNTAMIENTOS
Los ayuntamientos de Azpeitia, Zestoa y Errezil, los directamente afectados por el proyecto de Piaspe, valoraron positivamente la decisión del Ejecutivo de Lakua. Junto a ello, los tres consistorios manifiestaron que mantienen su compromiso a favor de la transición energética, pero subrayaron que este proceso debe hacerse garantizando la protección medioambiental y la participación ciudadana, y que los beneficios de las instalaciones redunden en la población local.
En declaraciones realizadas a Radio Euskadi, Mikel Arregi, alcalde de Zestoa, destacó que la resolución de Lakua «responde a la lógica», ya que documentos de la Diputación de Gipuzkoa o del propio Gobierno autonómico ya adelantaban que la zona de Piaspe «no era óptima» para un parque eólico. En este sentido, mostró su satisfacción porque la resolución va en la línea de las alegaciones presentadas por los tres ayuntamientos afectados.
Arregi subrayó que en Euskal Herria «tenemos un gran problema de dependencia energética», por lo que calificó de «evidente» la necesidad de «asumir ciertos impactos», pero destacó que en el caso de Piaspe «se pasaban todas las líneas rojas». De ese modo, recordó que el proyecto preveía molinos de hasta 200 metros de altura en una zona calificada de especial sensiblidad para el medio ambiente.
El alcalde de Zestoa defendió la necesidad de un plan sectorial de renovables de ámbito autonómico, que actualmente está en elaboración, y abogó por el control y la gestión pública a la hora de proyectar infraestructuras energéticas. De este modo, reclamó un consenso a nivel político y empresarial, ya que en el tema energético «estamos en el descuento». El objetivo, según Arregi, debería ser garantizar el interés y el control público de estas infraestructuras frente a proyectos liderados por intereses empresariales.
Preguntado sobre si cree que con esto el proyecto queda ya finiquitado, dijo que será la empresa la que diga si va a intentar seguir con ello (por ejemplo en los tribunales), pero lo cree poco posible teniendo en cuenta el precedente de Itsaraz, donde ha desistido. Este plan, también de Statkraft, fue rechazado por el Gobierno español a principios de año debido a la afección a la avifauna protegida.
El proyecto de Piaspe levantó recelos en Azpeitia desde el momento de su se anuncio. Así quedó de manifiesto en la asamblea ciudadana que el Ayuntamiento y la empresa promotora realizaron en el teatro Soreasu en octubre de 2022. Statkraft destacó que su proyecto se basaba en «la socialización y la coparticipación», intentando desmarcar Piaspe de la etiqueta de macroparque que destruye el entorno para beneficio de unos accionistas situados a miles de kilómetros.
Sin embargo, vecinos de Azpeitia ya alertaron en la asamblea del teatro Soreasu que el proyecto de Piaspe, además de daños medioambientales, provocaría también efectos negativos en la economía local, especialmente en el sector agroganadero.
Este rechazo vecinal se plasmó en las 2.000 alegaciones contra el parque eólico que presentó la plataforma Sañu Bizirik. En la presentación de estas alegaciones, que realizaron en abril de 2024, la plataforma destacó que el rechazo vecinal debería haber sido suficiente para que Statkraft diera marcha atrás al proyecto, tal y como señaló en la asamblea del teatro Soreasu.
LA EMPRESA RESPETA LA DECISIÓN
Fuentes de la empresa noruega dijeron que asumen la decisión, aunque la creen errónea. Defendieron, en declaraciones a Efe, que este proyecto de 5 aerogeneradores y 33MW de potencia instalada respondía al «triple prisma» de sostenibilidad económica, medioambiental y social. Argumenta, asimismo, que el parque eólico fue diseñado para «tratar de impulsar la socialización de la energía, buscando la implicación de empresas, administraciones y comunidades locales». Citaron que tenían un acuerdo para ello con Krean, ingeniería y promotora de la Corporación Mondragon.
No obstante, Statkraft deja claro que, «como no podía ser de otra manera, respeta la decisión del órgano competente y confía en poder seguir contribuyendo en el futuro a la imprescindible transición energética» en Euskal Herria.
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