Martxelo Díaz
Periodista
TXOKOTIK

El régimen, cada vez más agrietado

Los mandos de Salud huyen en desbandada, la recaudación del IVA cae hasta extremos insospechados, los dineros de Fomento se van en el TAV y en el peaje en la sombra y no queda para nada más, los de Agricultura se ahogan en el Canal de Navarra y los agricultores y ganaderos se enfadan, el presupuesto de Políticas Sociales se lo come el Reyno Arena, la política en Educación ha puesto en pie de guerra a casi todo el mundo, los tribunales dicen que el reparto de licencias de radio fue una chapuza...

Realmente, resulta casi imposible encontrar algo positivo de la gestión del Gobierno de UPN. Por mucho que se mire cuesta verlo. Así se comprende que Yolanda Barcina viaje cada vez más asiduamente a Madrid, donde, por lo menos, le reconocen su firmeza ante el levantisco vascón. Mantener en Iruñea lo que se ha dicho a orillas del Manzanares es ya harina de otro costal. El problema es que Barcina tiene voluntad de atrincherarse en la poltrona y resistir hasta que llegue la convocatoria electoral. Le da igual que día sí y día también le saquen los colores en el Parlamento, que sus consejeros queden en evidencia o que sufra derrota tras derrota. La legislación le ampara y se aferra al sillón.

Por eso, el soplo de aire fresco que ha llegado en esta ocasión del Ayuntamiento de Iruñea es especialmente importante. Toda la oposición ha logrado pactar inversiones prioritarias para la ciudad en materias como viviendas sociales, colegios, zonas degradadas o ayudas a la rehabilitación, dejando de paso en evidencia la incapacidad de Enrique Maya, un alcalde que puede pasar a la historia como aquel que fue incapaz de que le aprobaran un presupuesto y que consiguió que toda la oposición de la ciudad se uniera. Sin precedentes.

Enrique Maya fue escogido para continuar con la labor de Yolanda Barcina en el Ayuntamiento de Iruñea y parece que ahora puede mostrar a su mentora cuál puede ser su futuro: si toda la oposición se une, el régimen de UPN se acaba. Aunque le llamen Coordinadora del No como último recurso. Puede ser la Coordinadora del Sí.