EÑAUT BARANDIARAN
RUGIDOS ROJIBLANCOS

¿Qué crisis?

En la rueda de prensa previa Valverde salió a la palestra para negar que el equipo estuviera inmerso en ningún bache o bajón de juego, y tratar así de desactivar las alarmas de quienes hablaban abiertamente de crisis o recesión tras los partidos ante Espanyol y Betis. Quien más quien menos visualizó al técnico del Athletic disfrazado -acorde a la fecha- del Zapatero de la famosa `desaceleración', que acabó siendo una colisión múltiple con resultado de coma prácticamente irreversible. Más que del convencimiento, daba la sensación de que el mister rojiblanco hablaba desde la conveniencia de mantener la moral de la tropa intacta ante el embate de sus perseguidores, de dulce desde hace varias semanas.

Pese a que Bielsa supuso la excepción a la regla, no es habitual encontrar entrenadores de fútbol que hablen con franqueza de nada relacionado con sus equipos, bien al contrario, la mentira es una patología de lo más extendida en las ruedas de prensa, y cualquier parecido con la verdad suele ser pura coincidencia. Por todo ello, la palabra del mister no suponía suficiente aval para los que andábamos con la mosca detrás de la oreja, y advertíamos síntomas de fatiga más relacionados con el peso de la competición que con el de las piernas. Una vez más, y ya van unas cuantas, nos equivocábamos. Como mucho, el Athletic estaba desacelerando. Tomando impulso, como Aduriz en el primer gol, para mantenerse en el aire más tiempo del que la física y la ley de la gravedad entienden como posible. Acostumbrado a andar sobre las aguas, este equipo está empezando a banalizar lo extraordinario, como si mantener la posición Champions con holgura y avasallar a los rivales en San Mamés fuera poco más que cumplir el expediente. ¿Siguiente?