Son muchas las personas que escogen los campings como destino turístico en verano. La crisis está haciendo que el ciudadano de a pie disfrute de unas vacaciones más modestas -si es que este puede permitírselas- y alojamientos como el camping son una alternativa. Pero, ¿es esta la principal razón por la cual muchísimos turistas optan por el bungalow o la tienda de campaña? Hemos visitado varios campings referentes de Euskal Herria para conocer de primera mano cuáles son las razones de su elección. Los amantes del camping también nos han hablado de sus gustos a la hora de planear las vacaciones de verano.

Tal y como han afirmado los responsable de los camping visitados, hay quienes prefieren alojarse en un camping antes que en cualquier otro alojamiento porque el desembolso que ha de realizarse es menor. La gente cada vez mira más el bolsillo, e intentan buscar la mejor opción al menor coste posible.

Hay quienes prefieren alojarse en un camping antes que en cualquier otro alojamiento porque el desembolso que ha de realizarse es menor. La gente cada vez mira más el bolsillo, e intentan buscar la mejor opción al menor coste posible. El Camping Talai Mendi de Zarautz, por ejemplo, acoge mayormente a jóvenes que normalmente no tienen grandes ingresos -o ninguno- y que aprovechan los bajos precios para pasar el fin de semana en cuadrilla. Haimar Arozena trabaja en el camping. Nos comenta que estas salidas suponen «para muchos jóvenes su primer viaje con la cuadrilla y acuden con el fin de pasar unos días fuera de casa y con los amigos». Entre las ventajas que destaca del alojamiento, y que también seduce a la jende joven, está su cercanía a la playa y la posibilidad de desplazarse al arenal o al centro urbano andando.

El surf es uno de los alicientes que atrae a muchas personas cuando acuden a la costa vasca y a los campings situados cerca de la playa. Arozena coincide en esta cuestión: «Los visitantes de Euskal Herria vienen a pasar unos días fuera de casa y la playa o el surf hace que muchos jóvenes se acerquen al camping», indica.

Más familiar

demás de con grupos de jóvenes, es habitual encontrarse en el camping con familias que aprovechan esta opción vacacional para pasar unos tranquilos días en un ambiente familiar y rodeados de naturaleza. Este factor, precisamente, atrae a muchas familias que prefieren pasar unos días alejados de la rutina de la ciudad. Así lo indica el gerente del Camping Bungalows Igueldo que afirma que, en lo que respecta a su alojamiento, la posibilidad de alojarse en plena naturaleza y, al mismo tiempo, la cercanía a Donostia, así como a otras localidades costeras, atrae a muchos visitantes: «Yo creo que salir de una ciudad y estar en contacto con la naturaleza, y teniendo una ciudad como Donostia tan cerca y con tantos servicios, es un plus», dice.

La libertad con la que cuentan tanto niños como mayores en estos alojamientos también es un punto a favor.

Así lo manifiestan responsables del camping de Lizarra. Esto hace que muchas familias se sientan más cómodas que en hoteles o pensiones.

Un ejemplo de este tipo de camping más familiar es precisamente el Camping Lizarra. Centrado en responder a las necesidades de las familias y, más concretamente, a las de los más pequeños, este camping ofrece todo tipo de servicios para disfrutar de unas vacaciones en familia. Ibai Bergara, trabajador del camping, hace hincapié en que «el 90% de las actividades» que organizan en el camping están dirigidas a «padres o niños pequeños». Muchos repiten destino año tras año, por lo que es habitual que familias que no se conocían hagan lazos y transcurran sus vacaciones «casi en grupo».

¿Cómo les afecta la crisis?

A pesar de estas ventajas, los responsables de los campings de Igeldo y Talai Mendi inciden en que la crisis también afecta a estas opciones vacacionales más asequibles. En los dos casos, a mediados de julio una gran parte de las parcelas están sin ocupar. Cierto es también, que, tal y como constatan, la mejor época para estos alojamientos suele ser el mes de agosto, ya que es cuando más visitantes reciben. Por ello, no pierden la esperanza de que las parcelas y los bungalows de los que disponen vayan llenándose poco a poco.

A pesar de todo, aseguran que al contrario de lo que se cree, la crisis económica «no ha beneficiado a estas opciones vacacionales». Haimar Arozena afirma que ha solido leer y ver muchas veces en la televisión «que con la crisis cada vez más personas vienen a los campings, pero no es así».

La tendencia no se da en todos los sitios por igual. A diferencia del camping de Zarautz, el Camping Lizarra lleva aumentando el número de visitantes desde que comenzó la crisis económica. Ibai Bergara, trabajador de este camping, comenta que «la crisis influye, y en positivo, no en negativo». Añade además que «en época de crisis los campings aumentan».

Diversas realidades

Cada camping es un mundo, y en consecuencia, vive su propia realidad. La localización geográfica, el clima de la zona, el precio o los servicios de los alrededores afectan de manera directa en el número, tipo y prodecencia de los visitantes que uno de estos camping pueda llegar a tener.

A pesar de todo, siguen siendo un destino a elegir por una gran parte de vascos y tal y a tenor de lo que aseguran desde los establecimientos consultados, de visitantes procedentes de Francia, Holanda o Alemania, mayoritariamente. Los amantes de la naturaleza, el ambiente familiar y de cuadrila vuelven a montarse en el coche o la caravana y buscan nuevas aventuras por diferentes campings.

Además, por mucho que la crisis azote con dureza a este sector de la misma manera que a otros muchos, parece que en la mayoría de los casos conservan a esos fieles que durante el año o en verano se acercan al mismo camping de siempre, a su segunda residencia. Al fin y al cabo, y haciendo alusión a las palabras de los responsables de estos alojamiento, «los campings son una manera de entender las vacaciones».