El BBVA quiere ocupar parte de la Plaza Circular para uso comercial
El BBVA se suma al «urbanismo a la carta» que, según EH Bildu, permite el PNV en el Consistorio bilbaino y pretende hacerse con buena parte del área que ocupan los peatones en la Plaza Circular para construir un centro comercial. El argumento que expone el banco es que no necesita tanto espacio para sus oficinas y quiere hacer negocio, en un lugar privilegiado del centro, donde la superficie comercial se cotiza.

Sin ningún tipo de rubor, los responsables del BBVA han planteado al Consistorio bilbaino que modifique el Plan General para reformar su emblemática sede de Gran Vía número 1, redistribuyendo su superficie edificable. El banco quiere reducir espacio de oficinas en las plantas altas de la torre -que no necesita y tampoco lograría vender o alquilar- y al tiempo incrementar la de la planta baja y primera para usos comerciales, en una zona de la capital donde se cotiza al alza.
La propuesta supone adelantar la alineación de esa sede del BBVA, ocupando 400 metros cuadrados más de planta baja, con lo que desaparecería un espacio público consolidado hasta la conocida fuente. Además, crecería la primera planta en 1.000 metros cuadrados mientras propone eliminar superficie destinada a oficinas -para mantener la edificabilidad física existente- entre la cuarta planta y la vigésima del rascacielos.
El banco tiene previsto todo, como la cesión de la escultura de Chillida al Museo de Bellas Artes. En el papel, la superficie edificable sobre rasante sería la misma -23.935 metros cuadrados-, aunque el volumen que adquirirá el inmueble destinado a albergar a alguna multinacional del comercio es importante, al tiempo que se merma el espacio privado de uso público.
El BBVA contempla que ese nuevo centro comercial, junto a El Corte Inglés, disponga de 5.000 metros cuadrados, una operación que le reportará, según los expertos inmobiliarios, una importante plusvalía. La propuesta se presentó el 9 de setiembre al Consejo Asesor de Planeamiento Municipal, que aún no lo ha dictaminado.
EH Bildu, que es contrario al cambio, pone el acento en que es un «negocio especulativo». Su portavoz, Aitziber Ibaibarriaga, dijo ayer que no tiene sentido tratar de vaciar parte de la emblemática torre para sacar ese volumen a la plaza y perder un punto de encuentro importante para la ciudad. Advirtió que se sumarán a los vecinos que han anunciado que «pelearán porque la Plaza Circular no pierda espacio público».
Para la coalición, la entidad bancaria propone esta operación al ser consciente de que el PNV va a respaldar esos intereses como lo ha hecho en otros casos. Recordó lo sucedido no lejos de la Plaza Circular, en Gardoki, donde el propietario de la antigua sede de Iberdrola -la promotora Astarloa Gardoki SL, vinculado al PNV-, con la excusa de quitarle la protección «por el amianto», la va a derribar y construir 48 viviendas de lujo.
Gardoki, otro ejemplo
En este caso, apuntó Ibaibarriaga, el propietario se aprovechará de una normativa «obsoleta» del Ayuntamiento, «no solo para hacer el cambio de uso más lucrativo que podía hacer, de oficinas a viviendas de lujo, sino para evitar contribuir con un solo euro a las arcas municipales».
La portavoz soberanista volvió a denunciar que este «pelotazo» se va a dar por «la total permisividad del equipo de gobierno, que se niega a evitarlo, generando un perjuicio económico para la ciudad de 1,5 millones de euros, un dineral habida cuenta de que el PNV pretende recortar el presupuesto del próximo ejercicio en un 3%».
Acogiéndose a la excepcionalidad -contemplada en el artículo 6.3.41 del PGOU- el Gobierno municipal estima que esa recalificación de oficina a vivienda en Gardoki no requiere de ninguna modificación del Plan, porque es un uso permitido en el Ensanche. De esta forma, el Consistorio deja de cobrar al promotor, entre otras cosas, al menos el 15% de la plusvalía urbanística que existe en la realidad pero que el PGOU no reconoce.
Para evitar este tipo de «fraudes legales», tal y como lo calificó Ibaibarriaga, EH Bildu llevará al pleno municipal de la próxima semana una propuesta para que siempre que exista un cambio a un uso más lucrativo, especialmente del terciario al residencial, «los promotores pasen por caja». «Allí veremos si el PNV quiere evitar como este», apostilló la corporativa.
Pretenden legalizar un fraude en Artasamina
El Ayuntamiento tramita la reconversión de usos de un edificio de la calle Artasamina números 16 y 18, donde en 2000 se permitió al propietario del solar construir un 51% de viviendas y un 49% de oficinas. Esa fórmula terciaria-residencial se quedó en el papel, pues según denunció ayer EH Bildu, el promotor destinó todo la edificabilidad a pisos, incumpliendo el convenio.
La edil Aitziber Ibaibarriaga denunció que los responsables municipales en catorce años no han hecho nada para que Construcciones Gallarta cumpla lo marcado en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). La portavoz soberanista señaló que ahora este propietario «tiene la cara de decir que no ha podido vender las oficinas y que, por favor, le modifiquemos esa superficie a viviendas». «Pero qué oficinas», se preguntó Ibaibarriaga, insistiendo en que nunca se construyeron oficinas en ese inmueble de Uribarri.
La corporativa denunció que el Gobierno municipal del PNV no solo ha permitido «saltarse» lo marcado en el Plan General, sino que además «ahora quiere dar carta de legitimidad a una operación que no se puede calificar de otra forma que de estafa a la ciudadanía». A.G.

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