El presidente de la Fundación Euskadi Miguel Madariaga se marca la apuesta por sacar solo un equipo élite y sub 23 tras 21 años en la élite como un paso atrás con el objetivo de dar luego dos hacia adelante y llegar a la categoría profesional en 2017.

El Museo Guggenheim de Bilbo fue el escenario para presentar ayer el equipo élite y sub23 Fundación Euskadi-EDP, con diecinueve ciclistas y Gorka Gerrikagoitia y Jorge Azanza como directores. Del último equipo Euskadi continental continúan Illart Zuazubiskar, Mikel Aristi y Mikel Iturria, que junto con Egoitz Fernández y Ander Plazaola, procedentes del Lizarte, serán los encargados de poner la experiencia a una plantilla que tiene a muchos de los vascos sub'20 de mayor proyección.

Siguen del EDP del año pasado Iosu Angoitia, Ander Etxebarria, Oscar González, Jon Irisarri, Francisco Javier Martín, Eder Sáez de Ocáriz y Xabier San Sebastián, y suben desde la categoría junior Mikel Alonso, Ibai Azurmendi, Marc Buades, Yeray Domínguez, Gotzon Martín, Paul Ormaetxea y Cyril Barthe.

Madariaga reclama que la Federación Guipuzcoana no tome medidas contra el equipo por fichar a Mikel Alonso. Prohíbe que un guipuzcoano corra en un club de otro herrialde en su debut amateur. «Es de dictadura que un chaval con 18 años no pueda correr donde quiera». El año pasado, por fichar a Irisarri y San Sebastián, el EDP fue el único equipo vasco que no pudo correr la Vuelta al Bidasoa.

«Hacía falta»

Con todos ellos Miguel Madariaga explica a GARA que «hemos dado un paso para atrás y esperamos dar dos pasos para adelante. En Euskadi hacen falta dos continentales y un continental profesional como el pan que nos llevamos a la boca para quitar el hambre. A ver si la suerte acompaña, acaba la crisis y hay más voluntad hacia la Fundación Euskadi y en dos años podemos salvar al ciclismo vasco, que está muy mal».

Espera convencer a EDP, primer patrocinador del equipo amateur de la Fundación en los últimos años, Serbitzu, Orbea y más empresas e instituciones para que se sumen a su proyecto. El objetivo es volver a profesionales sin dejar al campo amateur. La Fundación ha decidido prescindir del continental que le costaba 500.000 euros, y centrarse en un equipo amateur con un presupuesto de 350.000.

Entiende que pese a este paso atrás «la Fundación ha demostrado que está viva, que tiene raíces muy sólidas, aunque no pueden florecer de momento, y sigue siendo el referente del ciclismo vasco por la experiencia de 22 años. De la noche a la mañana es imposible que alguien ocupe su lugar».

Aclara que esta afirmación no va contra el Murias: «No me estorba, todo lo contrario. Está dando una imagen muy buena, pero no por mucho correr se llega antes. Hay sitio para los dos y para más si hay voluntad. Porque con voluntad hay dinero».

«Un proyecto innovador»

Madariaga considera el proyecto presentado ayer como «innovador y distinto. Ha quedado demostrado que hemos estado arriba porque Euskadi es el único país que puede tener el ciclismo donde ha estado 20 años en la élite. Eso me ha enseñado que hace falta más que pasar a profesionales. También que los ciclistas pasen formados y para ello necesitas gente como Gorka Gerrikagoitia, Jorge Azanza e Iñaki Isasi, que sabrán a qué carreras y como llevar a cada uno y que cuando pasen a profesionales lo hagan con una claridad de a donde van y para qué».

La empresa Zuok, gestionada por el que fuera responsable de comunicación del equipo Euskaltel, Jesús Aizkorbe, coordinará a diez profesionales que ayudarán al equipo y a aquellos que soliciten sus servicios.