Manex Altuna

Spartan Race, una carrera de obstáculos para todos los públicos

Kobetamendi acoge el 24 de junio la segunda edición de la carrera de obstáculos Spartan Race. Con el objetivo de superar los más de 4.000 asistentes del año pasado, la prueba se caracteriza por el buen ambiente y la deportividad entre participantes ya que además de los competidores élite, son muchos los que se apuntan para superar sus límites y acaban «enganchándose».

Uno de los obstáculos a superar en la edición de 2016 en Bilbo.
Uno de los obstáculos a superar en la edición de 2016 en Bilbo.

La Spartan Race es una carrera de obstáculos que en los últimos años se ha puesto de moda y surgió hace apenas una década en Estados Unidos. La idea empezó a coger forma en 2007 con el nombre de Death Race o carreras de la muerte, hasta que en 2010 se celebró la primera Spartan Race en Vermont con 500 competidores.

En 2013, la marca de ropa deportiva Reebok se convierte en sponsor y la Spartan Race comienza a organizar pruebas por todo el mundo. En 2017 cuenta con más de un millón de participantes, cinco millones de seguidores en las redes sociales y organiza más de 170 eventos en 25 estados.

El próximo 24 de junio el monte Kobetas acogerá la segunda edición de la Sparta Race en Bilbo. Tras el éxito del año pasado con 4.000 participantes, en 2017 esperan superar esa cifra.

Esa es la palabra clave, «superación». Superación de los obstáculos, de los límites que cada persona pueda superar.

Así lo se explica Eneko Elejalde, un vecino de Galdakao de 35 años, que ejerce de voluntario en la organización de la prueba. A cambio recibe comida, una camiseta y la posibilidad de participar sin abonar la inscripción en una de las carreras. La inscripción ronda entre los 50/80 euros para la prueba Sprint de 6 kilómetros y 20 obstáculos; y entre 64 y 100 euros de la prueba Super con 25 obstáculos en más de 13 kilómetros. También hay pruebas de niños que cuestan entre 12 y 15 euros.

Elejalde rememora que acudió por primera vez en 2015 con unos amigos a la carrera celebrada en Madrid. Fue como voluntario para ver en que consistía ya que no se atrevía a hacer la carrera. Sin embargo, reconoce que se «enganchó» y desde entonces ha participado en 15 pruebas celebradas en Barcelona, Madrid o Andorra.

Aunque hacia buceo, Elejalde dice que no practicaba demasiado deporte antes de realizar su primera Spartan. «Tengo mi tripita», afirma para explicar que él hace la carrera en la categoría Open, «andando y no corriendo».

Existen tres tipos decategorías para todos los niveles. La tanda Élite está compuesta por corredores que entran en las clasificaciones. Después está la tanda Competitive, para gente que hace deporte, busca competir y aprovechar un recorrido más libre de corredores.

Por último, está la tanda Open. Es la categoría para todo el mundo. «Guerreros de fin de semana, atletas novatos, si es la primera vez que te has propuesto llenar las zapatillas de barro, si quieres cruzar la meta abrazado a todo tu equipo. Todos sois bienvenidos», destacan en la web de Spartan Race. La categoría Open ofrece «la oportunidad de salir de tu zona de comfort, poner tu cuerpo al límite y y vivir en primera persona la adrenalina que se siente al cruzar la línea de meta. El ritmo lo marcas tú».

Elejalde expone que en esta categoría se pueden ver desde despedidas de soltera a personas descapacitadas. Él mismo hace la prueba con una señora de más de 60 años, madre de otro voluntario con el que han conformado un equipo. Le regaló a su madre una inscripción y se divirtió tanto que lleva dos años participando en las pruebas que puede.

El vecino de Galdakao destaca que es la filosofía de la prueba en la que prima la deportividad y el compañerismo lo que hace que la gente repita.

El año pasado estuvo en la prueba de Artxanda y anima a migos y familiares a que acudan a ver a los participantes. Señala que la zona para el público será más amplia en esta ocasión y podrán ver a sus allegados haciendo frente a los obstáculos.

Nuevos obstáculos en Bilbo

«El Alambre de Espino», las «Monkey Bars» o el «Salto con fuego», además de otros como el traslado de neumáticos gigantes, la escalada de cuerdas y muros, palos de equilibrio o lanzamientos de precisión son algunos de los obstáculos que deberán superar los participantes. En el caso de no hacerlo, reciben una «sanción» conocida como «burpees». Se trata de una combinación de sentadillas, flexiones y salto vertical.

El responsable de la prueba en el Estado español, Angel Sanz, ya avanzó en la presentación de la Spartan Race que además de los «clásicos», también «habrá sorpresas que van acordes con la filosofía de la ciudad y las características orográficas del terreno, como ya vimos el año pasado en Artxanda». 

Sanz reconocía también que «la cultura vasca está muy ligada al deporte y al esfuerzo y creo que los participantes van a terminar contentos con lo que se van a encontrar» en Bilbo en el nuevo circuito de Kobetamendi.

La prueba se desarrollará durante toda la jornada, con salidas espaciadas en grupos reducidos, para que todos los participantes «puedan disfrutar de la competición». Además, habrá otro tipo de actividades paralelas como el Festival Challenge, zonas de hostelería, actuaciones de DJs o la Spartan Junior para niños.

La Spartan Race de Bilbo forma parte  del circuito organizado a nivel del Estado español junto a las pruebas de Madrid, Barcelona y Valencia.