Pello Guerra

Los toros de Cebada Gago protagonizan un encierro rápido y con un puntazo por asta

De vértigo. Así ha sido el encierro de los toros de Cebada Gago, que finalmente han dejado un puntazo por asta en la espalda de un corredor. Los morlacos se han mostrado especialmente nobles y tan solo en Santo Domingo han lanzado algún derrote. Han cubierto la carrera en dos minutos y veinte segundos bien guiados por unos mansos que han llevado una velocidad endiablada.

Uno de los toros de Cebada Gago deja un puntazo por asta en la espalda de un corredor. (Iñaki VERGARA/FOKU)
Uno de los toros de Cebada Gago deja un puntazo por asta en la espalda de un corredor. (Iñaki VERGARA/FOKU)

Los astados de Cebada Gago venían precedidos por su fama de peligrosos, pero se han mostado especialmente nobles en su 31 carrera por las calles de Iruñea. Tras un problema con un cable de la tirolina de la televisión en Santo Domingo que ha amenazado con retrasar el comienzo del encierro, todo se ha desarrollado según marca la tradición.

Los morlacos se han resistido un momento a la hora de salir de los corralillos y a partir de ahí, han protagonizado una carrera a gran a velocidad principalmente a causa de los mansos, que han tirado del grupo con poderío.

En la cuesta de Santo Domingo ha sido donde los toros gaditanos han hecho algo por los mozos, lanzando algunos derrotes por la parte izquierda, aunque sin mayores problemas.

Con los bueyes abriendo el grupo, la torada ha cubierto sin mayores problemas los tramos de la plaza Consistorial y Mercaderes. Han tomado la curva de Estafeta prácticamente sin rozar el vallado a pesar de que los adoquines estaban mojados a causa de la tormenta de madrugada y han proseguido su particular sprint por la calle.

En el segundo tramo de Estafeta ha sido donde se ha empezado a romper el grupo, con cuatro mansos abriendo la marcha seguidos por dos toros, seguidos a unos metros por tres bravos y otro manso, y el último astado.

Al callejón han llegado casi en cuenta gotas y en este punto ha sido donde uno de los astados ha dado con sus más de 500 kilos en el suelo, aunque se ha recuperado bien y ha seguido la marcha, mientras el resto de los morlacos iban avanzando en fila india.

De esta manera han entrado en la plaza, con Hornachuelo, el morlaco cárdeno de la manada, cerrando el grupo. Al entrar en los corrales han parado el cronómetro en los dos minutos y veinte segundos.

A los hospitales de Iruñea han terminado llegando tres contusionados que no presentaban problemas de consideración. Y tras varios dimes y diretes sobre si había un herido por asta, finalmente se ha registrado un puntazo por asta en la espalda de un mozo en la Estafeta.