
Poco después de que el Boletín Oficial de Bizkaia haya publicado este jueves la modificación de la Declaración de Impacto Ambiental que permitirá las voladuras, el Consejo de Gobierno de la Diputación ha aprobado el proyecto definitivo del túnel bajo la Ría, que conectará las rotondas de Artatza (Leioa) y Ballonti (Portugalete). Las obras arrancarán, según las previsiones, en el primer semestre de 2026 en Uribe Kosta y se prolongarán durante seis años con una inversión inicial estimada en torno a 543,7 millones de euros.
Cuidada presentación en el salón de recepciones del palacio foral, a la que han sido invitados representantes municipales de Getxo, Leioa, Erandio, Barakaldo, Sestao, Trapagaran, Portugalete y Santurtzi, mientras ciudadanos mostraban en el exterior su rechazo al proyecto ante los medios de comunicación. La protesta no ha gustado a los responsables de la Diputación, que han requerido la presencia de la Ertzaintza, que ha identificado a alguno de los vecinos.
«Estamos ante una infraestructura estratégica, ambiciosa y absolutamente necesaria. Este es un proyecto de futuro para Bizkaia y hoy está un paso más cerca de ser realidad», ha manifestado la diputada general, al inicio de su intervención. Elixabete Etxanobe ha asegurado que el Subfluvial «no es un capricho ni una ocurrencia» y sí «una necesidad», ya que «el puente de Rontegi ha llegado a su límite» con los 175.000 vehículos que lo transitan a diario.
Desde la plataforma Subflubiala Ez! han convocado una protesta ruidosa para el próximo lunes, 21 de julio, a las 18.00, frente al palacio foral, y han anunciado «una gran manifestación» para el sábado 18 de octubre, también en Bilbo. Su objetivo es paralizar el proyecto.
«La Diputación sigue anclada en una visión obsoleta de la movilidad, donde el único objetivo es mover coches, no personas y mercancías. Frente a esta lógica caduca, exigimos un estudio riguroso que identifique qué trayectos actuales pueden realizarse a pie, en bicicleta o en transporte colectivo, para potenciar estos medios y reducir progresivamente el uso del vehículo privado», han señalado desde la plataforma.
Por su parte, Etxanobe ha incidido en que esta gran infraestructura es la pieza que le falta a la red de carreteras de Bizkaia, defendiendo que la inversión de al menos 543,7 millones de euros está «plenamente justificada». Tras la aprobación del proyecto definitivo, según han anunciado, a lo largo de los próximos meses saldrán a licitación de manera sucesiva los cuatro lotes en los que se ha dividido la obra, dos correspondientes a las galerías y otros dos a los accesos.
Desde la institución foral se sostiene que esta polémica infraestructura no solo aumentará la capacidad de la red, sino que permitirá reducir recorridos innecesarios, mejorar la eficacia energética, rebajar emisiones contaminantes y minimizar la vulnerabilidad del sistema actual.
Se proyecta, han dicho, como una alternativa que redistribuirá el tráfico y reducirá en 38.000 vehículos diarios la carga sobre Rontegi. Según sus estimaciones, también aligerará La Avanzada en 18.500 vehículos diarios y la A-8 en otros 17.500. El Subfluvial registrará una intensidad media de 50.000 vehículos diarios.
Etxanobe, en su intervención, ha hecho mención a que la infraestructura estará preparada para acoger la conexión ferroviaria entre las líneas 1 y 2 del metro, un proyecto frágil a la vista del estudio de alternativas realizado por Sener por encargo del Consorcio de Transporte de Bizkaia, y que depende de la decisión que adopte el Ejecutivo de Lakua.
Ahora, no habrá «tráfico extra»
A pesar de que en estudios previos, la Diputación admitía que este túnel dispararía un 33% el uso del vehículo privado, ahora el diputado foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Carlos Alzaga, asegura que no va a generar «tráfico extra» y lo que va a hacer es reducir «significativamente» los recorridos.
No opinan lo mismo desde la plataforma Subflubiala Ez!, que sostienen que el túnel bajo la Ría «es un paso atrás en la lucha climática y una amenaza para nuestra calidad de vida».
Se prevé que los trabajos comiencen en el primer semestre de 2026 con el vaciado de Artatza, aunque se ha precisado que el 60% de la excavación se realizará desde Ezkerraldea, al ser un terreno más propicio para ello, al contrario que Uribe Kosta con viviendas y centros educativos junto al parque, que deberá ser restaurado tras las obras.
El Subfluvial, con un trazado de 3,2 kilómetros de túnel y 2 kilómetros adicionales de accesos soterrados, contará con dos tubos de dos carriles de 3,5 metros de anchura por sentido, arcenes, aceras de servicio y trece galerías de evacuación, cinco de ellas habilitadas para tránsito de vehículos. Habrá dos salidas de emergencia cerca de Artatza, así como sistemas técnicos de última generación en ventilación, iluminación LED, drenaje y evacuación de aguas, incluyendo depósitos de retención para vertidos accidentales.
La excavación se realizará tanto a cielo abierto, en zonas como Artatza, como mediante microvoladuras controladas en el interior del túnel, que, según la Diputación, no causará molestias. No lo creen así los vecinos de Getxo y Leioa que se oponen al proyecto por las afecciones que va a causar, especialmente los ruidos y vibraciones junto al instituto de Erromo, así como las emisiones a la atmósfera.
La dimensión del proyecto queda en evidencia con los 1,8 millones de metros cúbicos que tierra que se van a excavar, materiales que irán a parar a la ampliación del Puerto en Zierbena, y la utilización de 21.235 toneladas de acero.
El proyecto incluye las recomendaciones de la Declaración de Impacto Ambiental –publicadas este jueves en el BOB y que los afectados aún no han recibido, como han denunciado en el exterior del palacio foral– incorporando medidas preventivas y correctoras como pantallas fotoabsorbentes, limitación de horarios, asfaltado silencioso, limpieza de caminos y rutas de transporte de materiales planificadas para minimizar molestias.
Asimismo, se han adoptado acciones para proteger especies vulnerables como la linaria supina en el parque de Artatza y el pez espinoso en el arroyo Ballonti. La Diputación asegura que se ejecutará un plan de restauración ambiental y revegetación en todas las zonas afectadas por las obras, incluyendo un proyecto para recuperar el tramo urbano de este arroyo.
Los opositores han advertido que el viaducto de Ballonti, «rechazado en la evaluación ambiental original, resurge sin justificación, devorando los últimos espacios verdes de la vega de Galindo».

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